El beso de Singapur o Pompoir es una manera controlada y lenta de estimular el pene usando solo el movimiento de los músculos de la vagina.
La vagina, por si acaso, no es la parte externa de tus genitales. Esa parte se llama vulva.
De acuerdo a la enciclopedia médica MedlinePlus, la vagina es el tubo o conducto muscular por donde sale la sangre de la menstruación. Por ahí también pueden penetrar los penes y otros juguetes sexuales.
Comencemos con un poco de historia. En su libro Pompoir: la guía definitiva para la salud pélvica, la autora Denise Da Costa explica que el Beso de Singapur es una práctica antigua del hinduismo. Sin embargo, fue perfeccionada en Tailandia.
La historia de por qué específicamente tiene ese nombre no es oficial. De acuerdo al portal de salud Mejor con Salud, muchas trabajadoras sexuales en Asia dominaron esta práctica. Tal vez en Singapur estaban las más conocidas y por eso la llamaron así.
Por cierto, no es lo mismo que los ejercicios de Kegel. De acuerdo a MedlinePlus, los ejercicios de Kegel sirven para fortalecer el suelo pélvico. También pueden ayudar a mejorar algunas prácticas sexuales.
Los ejercicios de Kegel son necesarios para un buen Beso de Singapur. Pero no son lo mismo. Es más o menos como hacer un triatlón: necesitas saber montar bici, pero no es sinónimo de montar bici.
¿Pero cómo se hace un Beso de Singapur? Te contamos todo lo que debes saber.
Conozcamos más al beso de Singapur o Pompoir
A diferencia de la penetración regular, donde la persona con pene debe moverse rítmicamente, en el pompoir debe permanecer quieta.
Lo único que se mueve son los músculos de la vagina. Algo así como recibir un masaje, explica el sitio de educación sexual Kinkly.
Para hacerlo, necesitas mucha fuerza y práctica ahí abajo. De acuerdo a varios sitios, debes practicar diariamente y tal vez en algunos meses logres dominar las diferentes técnicas.
Es solo para personas pacientes, incluyendo la persona que va a recibir el beso de Singapur. Estimular el pene de esta manera es un proceso placentero, pero lento, explica la revista Men ‘s Health.
Por eso es necesario que ambos se relajen y lo tomen con calma.
¿Cómo hacer un beso de Singapur?
La escritora y experta en Pompoir, Sunshine, del medio Medium, tiene un guía de 3 etapas para las personas que quieren iniciarse en el beso de Singapur.
Estas son sus recomendaciones:
Primero. Mide la fuerza de tu piso pélvico
Aquí entran los famosos ejercicios de Kegel.
Vas a recostarte boca arriba y con tus piernas dobladas, como cuando vas a la ginecóloga. Después vas a insertar un dedo limpio dentro de tu vagina.
Luego, aprieta tu piso pélvico como si estuvieras quisieras aguantar las ganas de ir al baño. Sostén dos segundos y libera.
Si sentiste el movimiento con tu dedo, tienes buena fuerza pélvica. Si no, hay que entrenar con algunos ejercicios de Kegel.
Segundo. Sube tu fuerza
Ahora que ya has practicado tus ejercicios de Kegel, es momento de subir el nivel.
Para mejorar tu fortaleza progresivamente, Sunshine recomienda incluir herramientas como pesas, o el Kegelmaster 2000
Estas son herramientas que crean resistencia. Son parecidas a las ligas de gimnasio que siempre quieren cerrarse, pero tú luchas por abrirlas con tus piernas. El Kegelmaster y otras opciones luchan por permanecer abiertas, pero tú debes cerrarlas con la fuerza de tu pelvis.
Puedes ver cómo funcionan en el video explicativo debajo:
No tienes que llegar a un nivel estándar. Todo depende de tus metas y tu comodidad.
Tercero. Aprende el movimiento del ascensor
¡Estás lista para aprender tu primer movimiento de pompoir! A este truco lo llamamos el movimiento del ascensor.
Primero vas a practicarlo en la taza de tu baño, después de vaciar todo lo que tengas que vaciar.
Luego, vas a pujar con todas tus fuerzas, como si quisieras sacar hasta la última gota de orina. Después, vas a contraer tu vagina lo más que puedas, pero hazlo en 5 tiempos. Entre más lento mejor.
De ahí, vas a soltar la pelvis para volver a pujar, pero también en 5 tiempos. Haz este ejercicio 10 veces.
Si lo piensas un poco, es como una versión más exagerada del Kegel. En vez de apretar y soltar ligeramente. Vas a apretar super fuerte y pujar super fuerte. Una vez que domines este movimiento, puedes practicarlo con tu pareja.
Recuerda, nada es perfecto de la noche a la mañana. Así que diviértanse en el proceso.
Beneficios de esta práctica
En su libro, Denise Da Costa, define al pompoir como “pilates básicos para tu vagina”, que tienen muchos beneficios para tu salud sexual. Entre ellos están:
- Fortalecer tu suelo pélvico
- Retrasar la eyaculación precoz
- Ayuda a tener orgasmos más intensos y frecuentes
- Mejora la elasticidad de tu vagina
- Mejora la lubricación natural
