Los digisexuales son el resultado de la unión de sexo y tecnología. Es una mezcla que no ha parado de evolucionar en los últimos años. 

El profesor de filosofía y director del Centro de ética profesional de la Universidad de Manitoba, Neil McArthur, define a los digisexuales como personas cuya identidad sexual viene de la tecnología. Para ellos, el contacto físico humano no es necesario a la hora de tener sexo. 

McArthur explica que la digisexualidad se creó en dos etapas

La primera, llega con todas las aplicaciones y herramientas que tenemos ahora: Tinder, Instagram, Zoom, Facebook. 

La segunda, ya busca una experiencia “como la vida real”, es decir robots sexuales, porno con realidad virtual y ahora la inteligencia artificial

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La pregunta que todos nos hacemos es ¿está bien? ¿Qué impacto tiene en una persona basar su sexualidad en máquinas o inteligencias artificiales?

Lo descubriremos. 

Todos somos digisexuales

¿Usas Whatsapp para decirle buenos días a tu novia? ¿Alguna vez hiciste sexting por alguna aplicación? ¿Tienes un perfil en Tinder? ¿Recién compraste un vibrador?

¡Sorpresa! Tú también eres digisexual

Sí, seguramente cuando piensas en digisexualidad, piensas en hombres solitarios o nerds fetichistas que prefieren refugiarse en un robot antes de conectar en la vida real. O muchos lo vieron así cuando Yuri Tolochko, un hombre de Kazajistán se casó con su robot sexual

O en el hombre de Japón que se casó con el holograma de la cantante virtual Hatsune Miku.

Pero como explica McArthur, hoy es casi imposible tener relaciones sociales sin la ayuda de la tecnología. Los gen z, especialmente, siempre existieron en un mundo donde los celulares son parte de la intimidad y esto solo creció durante la pandemia de COVID-19. 

Hasta hubo un caso de un chico que consiguió una cita durante la cuarentena enviando un dron donde su vecina. O sea, no existe un uso de la tecnología mayor que este.

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Entonces si básicamente todos somos digisexuales, ¿por qué le tenemos tanto miedo a la palabra?

El estigma de la tecnología en la sexualidad

El miedo de algunos expertos es que la digisexualidad nos lleve a un punto donde a nadie le importe el contacto humano

Esto parece verdad considerando que la venta de juguetes sexuales interactivos aumenta cada año, explica el fundador del sexshop OhMiBod, Suki Dunham.

McArthur cree que no necesariamente va a ser así. 

 

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Por un lado, ya existen personas que deciden permanecer solteras. También están las personas tímidas, que buscan refugio en la tecnología han existido desde siempre. Además, McArthur espera que los digisexuales puedan notar que un contacto real es mucho más especial. 

Ahora, tenemos que hablar del tipo de tecnología y juguetes que se están promocionando. Porque si en algo podemos criticar la digisexualidad, es que se ha enfocado en los hombres. Específicamente, el modelo de hombre super macho y hasta un poco vulgar

Solo tienes que ver la campaña promocional de Autoblow, la maquina de sexo oral para penes que combina la reallidad virtual

Sus videos son extremadamente sugerentes e hipersexualizados. Los robots sexuales también son para un público masculino.

Eso sin contar que existen compañías que venden robots en tamaño de niñas.

Y lo mejor a lo que pueden aspirar las mujeres es un ¿dildo?

McArthur afirma que son los creadores y compañías de juguetes los responsables, en parte, del estigma de la digisexualidad

O sea, casi nadie va a querer identificarse como uno si lo primero que se viene a la cabeza es el porno con realidad virtual

Pero ahora que sabes que tus pasadas, presentes y futuras relaciones van a tener tecnología de por medio, no les tengas miedo. 

Eso sí, recuerda siempre pedir consentimiento si los vas a usar en pareja. Y toma medidas de seguridad y privacidad si vas a enviar cualquier cosa por internet.

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