Aunque no lo creas, pagar por porno fue en algún punto de la historia lo único que podías hacer para acceder a una película o video adulto. De hecho, esta industria era tan fructífera, que varias actrices y actores porno no solo lograban hacer buen dinero, sino que también eran auténticas estrellas de cine.

Con la llegada del Internet, toda la industria cambió. No solo fue el porno, sino que la música y las películas se vieron amenazadas por la piratería

Sinn Sage, actriz porno, explica que en 2003, su agenda estaba ocupada y sus precios le permitían vivir bien. Sin embargo, una década después los rodajes de películas se redujeron y las actuaciones no pagan nada bien

Sage no es la única. Con el tiempo muchas de las personas que hacían porno tuvieron que cambiar sus métodos. Muchas ahora crean su propio contenido. Otras (las que tienen suerte) consiguen un contrato con productoras de porno que tienen salarios dignos. Muchas deben ganarse la vida con lo que les ofrecen y cuando les ofrecen.

Pero como dicen por ahí, el diablo trabaja duro, pero la piratería trabaja más duro aún. Nos hemos acostumbrado a recibir este contenido totalmente gratis, al punto que casi es insultante pensar que tendríamos que pagar por ello. 

Además, incluso el ‘contenido exclusivo’ de la pornografía pagada se filtra y termina en la página principal de Pornhub. Entonces ¿para qué voy a pagar?

 Pagar por porno: por qué deberías hacerlo

¿Qué pasa cuando no pago por pornografía?

Muchas cosas, pero estas son las principales. 

Primero, alimentas la máquina de explotación de actores porno haciendo que cada vez les paguen menos. Mark Spiegler, agente de estrellas porno en Estados Unidos, dijo en 2012 que si antes una chica podía ganar 100.000 dólares al año, ahora gana 50.000 dólares. Unos 4.100 dólares al mes.

Sí, suena un montón, pero toma en cuenta que esto es en Estados Unidos donde las cosas cuestan mucho más. Además, de acuerdo a la actriz Valentina Nappi, este salario se debe repartir entre la comisión que recibe la agencia, la renta en ciudades caras como Los Ángeles (los arriendos superan los 1.500 dólares), las pruebas recurrentes de ITS (pueden costar 150 dólares) y aparte los costos de vida.

Esto diciendo que la actriz es súper productiva. De acuerdo a Natti, entre los 22 a 26 años es cuando más trabajas, o sea unas 100 escenas al año y aún así la paga no alcanza. 

Segundo, te cobran de otras maneras. Nada es gratis en esta vida dicen por ahí y el porno no es diferente. Páginas de porno sin pagar como Redtube o Pornhub viven de los anunciantes tipo “Andrea, 26, te quiere conocer” que le pueden dar un virus a tu computadora. 

No solo eso, si no que estos sitios como muchos otros, recolectan tu data y la venden a anunciantes. De acuerdo al Reporte Anual de Pornhub, el sitio web transfirió 6,597 pentabytes de datos. Un solo pentabyte son más de 1000 terabytes. 

Tercero y no menos importante, la organización Fight The New Drug, dedicada a informar a las personas sobre el consumo de pornografía, explica que muchos de estos sitios piratas no controlan los tipos de videos que se suben.

Por lo tanto hay más posibilidades de encontrar un video con alguien que ha sido traficado, menor de edad o que haya hecho cosas sin su consentimiento. 

Los ‘pros’ de pagar por porno

De acuerdo a la organización de educación sexual Sex and Self, estas son las razones por las que deberías pagar por tu porno:

  1. Te aseguras que el dinero va a ir a los bolsillos de los actores y actrices. 
  2. Las páginas de pornografía pagada son más seguros para ti y tus dispositivos. 
  3. Colaboras a proyectos y productoras pornográficas con estándares éticos. 
  4. Obtienes contenido de mejor calidad e incluso personalizado
  5. Ayudas a cerrar la brecha salarial entre actores de diferentes razas.
  6. Puedes obtener información sobre las personas que estás viendo, su edad, su trabajo y qué tipo de actividades realizan. 
  7. Animas a otras personas a pagar por porno

¿Qué sitios son considerados éticos?

De acuerdo a la revista Self, estas son las páginas que las propias actrices que entrevistaron describieron como éticas y creativas: 

PinkLabelTV

TreanchCoatX

Kink.com

Trouble Films

Burning Angel

Lust Films

Si no quieres pagar a una productora (aunque muchas de estas son gestionadas por actrices, actores), intenta siempre comprar el contenido de los propios artistas buscando sus redes sociales.

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