Para experimentar los beneficios de gemir, primero debemos intentar entender qué es un gemido. Los estudios definen a los gemidos como sonidos comunicativos que expresan dolor, tristeza o placer sexual.
La sexóloga Gigi Engle explica que por un lado, gemir es una forma de decirle a tu pareja que estás disfrutando el encuentro o un movimiento específico. Muchas veces no es voluntario, ni tenemos control sobre ello. Es una forma animalística de reaccionar al placer, dice Engle.
Sin embargo, algunos estudios también demuestran que especialmente las mujeres heterosexuales fingen o fuerzan los gemidos como una forma de inflar el ego a sus parejas y hacerlos llegar al orgasmo más rápido.
También es muy fácil caer en la trampa de que los gemidos deben ser como esas películas porno donde claramente nadie la está pasando bien.
Entonces ¿no debería hacerlo? Pues si no es tu preferencia, no tienes que hacerlo, explica la educadora sexual Taylor Sparks.
Pero si quieres hacerlo y aún no entiendes muy bien cuáles son los beneficios de gemir, te explicamos cómo estos sonidos pueden ser tus aliados durante tus relaciones sexuales.
Ayuda a comunicar
Como explicó Engle, unos de los beneficios de los gemidos es decirle a tu pareja cuando algo se siente bien o no es tan placentero. La doctora Dr. Zhana Vrangalova, explica que cuando nuestras parejas reciben una respuesta positiva vocal, se siente como un premio que resulta en satisfacción.
Para nuestra pareja, saber que somos felices y que está haciendo algo bien también es positivo para ellos. Además, durante el sexo es muy difícil para completamente a explicar por qué algo se siente bien o porqué cierta acción nos incomoda.
Los gemidos son la forma gutural de guiar las acciones de nuestra pareja sin distracciones.
Eso sí: nunca está mal preguntar o pedir un cambio para estar seguros de que ambos están pasando bien.
Relaja tu cuerpo
Fun fact: las cuerdas tienen una conexión con el suelo pélvico, explica el doctor Roger Fiammetti. Así que otro de los beneficios de gemir es relajar el suelo pélvico que es esencial para estimular el orgasmo femenino.
Además, al gemir tonificas tu nervio vago, un nervio que se extiende por todo el cuerpo. Va desde la base del cráneo hasta el torso y es parte esencial del sistema nervioso. Tonificar este nervio con vibraciones o sonidos también relaja el suelo pélvico y potencia la sensibilidad sexual.
Facilita un orgasmo
Si sientes que gemir es una reacción natural en ti, pero estás aguantando los sonidos, también estás ahogando la respiración.
Respirar constantemente durante el sexo ayuda a la circulación de la sangre, a la exitación y al orgasmo. Por eso, la doctora Jess O’Reilly sugiere que dejes salir libremente tus gemidos sin pena y sin pensar en si se escuchan bien.
Recuerda que no hay tal cosa como ‘gemir demasiado’. Claro, muchas veces tendrás que ser considerada con tus compañeros de casa o en lugares públicos, pero si tu pareja te dice “es que gimes demasiado”, esta es la recomendación de la sexóloga Julliet Allen:
“La próxima vez que tu pareja te diga que eres «demasiado ruidoso», dile que se tome una pastilla para relajarse y acepte el hecho de que eres un ser humano sexual y vocal”, dice Allen. “No creo que haya alguien que sea demasiado ruidoso. Cada uno por su cuenta. Si disfrutas del sexo y lo expresas abiertamente, acepta esta parte de ti mismo y ve A POR ELLO”, dice. Así que ya sabes: si quieres gemir, gime y que nadie te diga lo contrario.