Azotar a tu pareja (spanking) es una de las practicas más irónicas del sexo. ¿Cómo algo que causa dolor puede causar tanto placer también?
La sexóloga Tyomi Morgan explica que la razón por la que los azotes se sienten bien, es porque el cerebro libera muchas hormonas placenteras para contrarrestar el dolor inicial del azote. Algunas son la dopamina, la endorfina, la oxitocina y la adrenalina.
Ahora, seguramente todos tenemos la imagen del hombre azotando a la mujer con su mano. Sin embargo, la sexóloga Arola Poch explica que el spanking es placentero para cualquier persona, no se reduce a los glúteos y puede hacerse con juguetes o herramientas.
El verdadero problema es aprender a azotar a tu pareja correctamente. Si te pasas o lo haces en cualquier parte del cuerpo, este pequeño placer se va a convertir en un llanto de dolor.
Por eso, hoy te traemos 5 tips para iniciarte en el spanking.
Siempre pide consentimiento
Recuerda que en el sexo todo tiene que ser aprobado antes. Lo mismo aplica si quieres azotar a tu pareja, explica la terapeuta sexual Helena Nista.
Es tan fácil como preguntar si le gustaría dar o recibir los azotes. En el caso de que no quieras preguntar en el momento, la sexóloga Morgan también recomienda que envíes a tu pareja gifs, fotos, o videos de la acción específica que te gustaría intentar . Después, pregúntale qué opina.
Escoge bien la zona de spanking
El arte de azotar a tu pareja consiste en hacerlo en las áreas donde sea placentero. La terapeuta Nista, recomienda que dividas los glúteos en la mitad. La mitad inferior, o sea la más cercana a las piernas, es la zona más placentera porque tiene más carne, por así decirlo.
Sin embargo, la zona superior y a los lados del glúteo, suelen ser más dolorosas.
Esto va a depender de cada persona, por eso Nista también recomienda usar el sistema de comunicación. El sistema consiste en que cada vez que des o recibas una azote, puedas medir la intensidad del dolor del 1 al 10. Así puedes definir que tanto dolor estás dispuesta a tolerar.
Define tu tipo de azotes
La psicóloga y sexóloga Arola Poch, explica que existen cuatro tipos de azotes:
Azote erótico: para excitarse antes o durante la relación sexual
Azote disciplinario: como una forma de castigo
Auto-azote: azotarse a solas o que una pareja que no está cerca te ordena azotarte
Azote relajante: pequeños azotes rítmicos para relajarse, algo así como dar palmaditas en la espalda
Comienza despacio
Por favor, no azotes a tu pareja con toda tu fuerza desde el inicio, dice la terapeuta sexual Nista. No todas las personas tienen la misma resistencia y puedes provocarle dolor a tu pareja (en el mal sentido).
Nista recomienda que empieces muy despacio con carias por los glúteos y las piernas. También puedes masajear el área o dar pequeños azotes como para “calentar el área”.
Después puedes subir la intensidad poco a poco y siempre preguntando a tu pareja cómo se siente. Pero como esto no es un tren en línea recta, Nista recomienda que hagas variaciones de intensidad y velocidad para que cada azote sea una sorpresa.
Palma vs. Dedos
Si tu mano es tu herramienta favorita para azotar a tu pareja, la sexóloga Morgan explica dos diferencias importantes. Si decides azotar con la palma de tu mano el azote va a ser más suave y más sonoro.
Si azotas con tus dedos, el golpe va a ser más doloroso, como un pinchazo, pero te da acceso a partes específicas de los glúteos y el cuerpo.