¡Caíste! La virginidad no existe, así que no puedes “perder la virginidad”.
Pero entendemos que tal vez quieres o estas apunto de tener sexo por primera vez en tu vida y tienes miedo de perder o que alguien se lleve algo que para ti es especial.
Pero no es así. Aquí te explicamos por qué.
Primero, lo primero. No puedes perder la virginidad
Sabemos que las películas, TikTok y tus canciones favoritas hablan de la virginidad.
¿Pero es real? ¿Existe un dibujo o una foto de la virginidad? ¿Has visto la virginidad de alguien? ¿Alguna vez pudiste tocar o ver con tus propios ojos tu virginidad?
Estoy segura de que no. Porque la virginidad no existe.
La Organización Mundial de Salud determina que la palabra virgen o virginidad no es un concepto médico, ni científico, sino solo una concepto social o religioso usado para discriminar a mujeres, niñas y otras personas con vagina.
¿Por qué? Veamos un poco de historia.
La historia de ‘perder la virginidad’
En la mitología griega, la palabra virgo (doncella o mujer virgen) se usaba para clasificar a un grupo de diosas protectoras que tenían el poder suficiente para no sucumbir a las tentaciones de Dionisio, el dios de la seducción y vino, explica el portal médico Sutter Health.
Después, en los tiempos medievales, la palabra virgen se usaba para describir a una mujer que no había sido penetrada por un hombre, algo que solo debía pasar dentro de un matrimonio.
Por eso, se hacían “pruebas de virginidad” para saber si lo había hecho. Lamentablemente, es una práctica que aún continúa en ciertas partes del mundo.
¿Cómo se hacían (y en algunos casos se siguen haciendo) esas pruebas?
El mito del himen
Por mucho tiempo se pensaba que el himen podía indicar si es que una persona era virgen o no.
El himen, según los mitos y leyendas, es una tela que cubre la entrada de la vagina. Pero la realidad es distinta.
Antes de que sigas leyendo: el himen sí existe, pero no como te lo habían presentado.
Vamos paso a paso.
Según la mitología de la virginidad, es una especie de puerta diseñada para romperse si se penetraba. De ahí nace el famoso mito de que cuando se tiene relaciones sexuales por primera vez, hay un sangrado. ¿Cómo no lo va a haber si se acaba de romper algo?
Pero esto no es verdad.
Aunque el himen es muy real, no funciona de esta manera.
La verdad es que aunque el himen se encuentra en su entrada, no cubre o tapa la entrada de la vagina al 100%, explica la fisioterapeuta Mireia Grossman.
De hecho, si un himen recubre totalmente la entrada, se considera algo fuera de lo normal y hay que intervenir quirúrgicamente.
El himen, en realidad, es una membrana con una forma parecida a la de una dona. Bordes hecho de membrana, con un pequeño orificio para dejar pasar cualquier cosa que se pueda introducir en la vagina, y luego volver a su forma normal.
El himen puede tener pequeños desgarros, que es lo que provoca los sangrados, pero nada como la imagen sanguinaria que nos han pintado.
Puedes tener estos mini desgarros por cosas tan cotidianas como hacer ejercicio, montar bici o andar a caballo. Pero en algunos casos no sangra en lo absoluto porque cada himen es diferente. Unos más elásticos, otros más resistentes.
Si quieres saber todas las caras de un himen y como funciona, te recomiendo esta explicación completa de la fisioterapeuta Mireia Grossman.
Por estas razones es que no se puede “probar la virginidad”, ni existe “el himen intacto”.
De por sí, el himen ya tiene un orificio, en consecuencia, no se rompe, ni se quita, ni se destruye. Sobre todo: no puede revelar si has tenido relaciones sexuales o no.
Chao, virginidad. Hola, vida sexual
Dejemos la palabra con v de lado.
Una forma más correcta de llamar el acto de tener relaciones sexuales por primera vez puede ser: “comencé mi vida sexual”
¿Cómo saber si estás lista para empezar a tener una vida sexual activa?
Cuando te sientas tranquila y segura.
Nadie puede obligarte o presionarte a tener ningún tipo de relaciones sexuales (masturbación, sexo oral, sexo anal) si tú no das tu total consentimiento.
No dejes que nadie te presione a tener sexo. Debes hacerlo cuando sientas que estás lista y es lo que quieres.
También recuerda que para empezarla, debes tomar en cuenta tu salud sexual y reproductiva, tener métodos efectivos para prevenir el embarazo y la posibilidad de contraer enfermedades de transmisión sexual.
Recuerda también que para decir un sí, debes estar en tus cinco sentidos.
Una persona que está bajo los efectos del alcohol o drogas, no es una persona totalmente consciente.
Por tu seguridad, investiga qué cuidados debes tener antes de hacerlo:
Uno. Métodos anticonceptivos
Dos. Riesgos de enfermedades de transmisión sexual
Tres. Reconocer señales de abuso o manipulación, especialmente de alguien que es mucho mayor que tú
Por último, ten siempre presente que tu vida sexual no te define.
Tu valor como persona no se mide por si has tenido o no sexo, por como los has hecho, bajo qué circunstancias. Sobre todo, tu valor no se mide por esa palabra imaginaria llamada virginidad.