“¿Debería terminar con mi pareja?” es tal vez una de las dudas más frecuentes y normales dentro de cualquier relación. Todas las relaciones atraviesan momentos difíciles que pueden hacerte querer tirar la toalla, y está bien, las personas son complicadas.
De hecho, las peleas son necesarias. Estamos seguros que recuerdas alguna pelea que aunque se sintió horrible en el momento, cuando supieron manejarla, resultó ser un forma de construir más confianza.
De acuerdo al psicólogo Gary W. Lewandowski, las peleas son la única manera de progresar y enfrentar los problemas.
Pero ¿qué pasa cuando las peleas ya no son tan productivas? O aún peor, ya no te interesa solucionar las cosas y la idea de terminar la relación no escapa tu mente. ¿Cómo diferenciar entre un mal momento y un fin inevitable?
Estas son algunas señales que te pueden ayudar.
¿El problema es la situación? ¿o el problema son ustedes?
Hay una gran diferencia entre estar peleados por una situación específica como “este año se olvidó de mi cumpleaños”, a “nunca, en 5 años de relación se acuerda de las fechas importantes.”
Como puedes ver, lo primero es un evento de una sola vez, lo segundo ya tiene que ver con la naturaleza de la persona, un patrón de comportamiento.
La psicoterapeuta Tonya Lester, explica que una buena manera de saber si es hora de terminar la relación es preguntarse ¿estoy dispuesta a tolerar este patrón de comportamiento uno y otra vez por el resto de mi vida?
Si la respuesta es no, lo mejor es terminar. De otra manera estás drenando tu energía.
La venganza se siente bastante bien
Si hacerse sentir mal es algo que disfrutan, o les importa más “ganar” la pelea que de hecho resolver sus problemas, entonces se están aferrando demasiado al rencor, explica la psicóloga Andrea Bonior.
Una relación sana requiere que ambos quieran construir un camino de confianza y empatía, pero si sientes que no puedes dejar ir el rencor, esta es una señal de que hay que terminarla
Tienes que “editarte” constantemente
“No sé si terminar mi relación. Cuando cedo, ya no hay peleas” y ese puede ser exactamente el problema.
Si para “no molestar” a tu pareja estás renunciando a tus hobbies, intereses, no opinar o regular tu personalidad, no estás en una buena relación. Cómo dice la psicoterapeuta Lester:
“Perder las partes de ti misma que más te gustan, es una pérdida más grande que acabar con una relación.”
Además ¡imagínate estar con alguien que deteste las partes que amas de ti!
Tu pareja te quita energía, incluso si no te pide atención
Es totalmente normal que en una relación existan momentos de “ya no te quiero ver”. Es como ir a una pijamada, todo es muy divertido, pero siempre hay un momento en el que todo el mundo quiere volver a su casa.
Sin embargo, esto se vuelve un problema cuando tu pareja no ha pedido atención, ni está atravesando por alguna situación que requiera que la cuides o te preocupes por ella. Si su sola presencia te irrita o te pone de mal humor, aquí tienes otra señal de que es hora de terminar la relación.
Sientes que has invertido demasiado como para renunciar
Pongámoslo de esta manera: supongamos que un amigo invirtió un montón de ahorros en un negocio que ahora está fracasando. En vez de retirarse, lo ves invirtiendo cada vez más y más dinero ¿no crees que es un problema?
Lo mismo sucede con las relaciones, explica la psicóloga Lester. No porque estén juntos varios años, o porque se compraron un departamento, tienen hijos o una mascota, significa que deben continuar.