Sobrevivir cenas de Navidad es el verdadero desafío de fin de año.
No solo estás cansado y con ganas de tener tus últimas vacaciones del año, sino que te toca organizar o aguantar reuniones todos los días.
No es fácil. Entre peleas, resentimientos, reencuentros con un ex y los chistes de tu tía, es complicado encontrar un balance entre el tiempo en familia y la tercera guerra mundial.
Por eso, para que estas fiestas sean una auténtica noche de paz, te dejamos unos consejos sobre cómo sobrevivir cenas de Navidad en este 2022.
Deja que te ayuden
Algo muy común en las cenas navideñas es hacerse cargo de todo el trabajo. No seas tú esa persona.
La psicóloga Terry Orbuch recomienda aceptar la ayuda de quien la ofrece. No, no eres mala anfitriona, ni estás molestando.
Si quieres sobrevivir las cenas de Navidad, vas a necesitar todas las manos posibles. Si alguien no puede o quiere cocinar, pídele que traiga un juego o decoraciones.
Así, todos se vuelven parte esencial de la reunión y se llevan algunos cumplidos por sus contribuciones, explica Orbuch.
Pon reglas antes de que todos lleguen a la cena
De acuerdo a la psicóloga Gail Gross, una forma de mantener la paz es comunicar los límites antes de que los invitados lleguen.
Por ejemplo, si dos amigos son expareja y aún hay roces, puedes comunicar que no vas a aceptar peleas, ni malos comentarios.
Otra regla puede ser no hablar de exámenes, ni de trabajo.
Sea la regla que sea, Gross recomienda recibir a los invitados en la puerta y recordarles que al entrar, cualquier problema o resentimiento, queda atrás.
En el caso de que tú seas la invitada, la terapeuta familiar Vienna Pharaon recomienda hacer una llamada previa.
En una llamada puedes vocalizar el tema exacto que quisieras que no se hable en la cena.
Un pequeño ejemplo de guión, de acuerdo a Pharaon, puede ser:
“Hola a todos. Estoy muy emocionada de verlos. Estaba esperando poder compartir con todos ustedes. Me encantaría si es que podemos no hablar de las elecciones, me gustaría más saber qué es está pasando en sus vidas y conversar sobre otros temas.”
Foto por Askar Abayev/Pexels
Ten preparadas tu respuestas
El primer paso de acuerdo a la psicóloga Patricia Maguet, es reirte por adelantado. Si ya sabes que tu tía va hacer un comentario de tu peso o tu tío se va a lanzar un chiste machista, no te agobies en vano.
Mejor dale una vuelta más divertida. Apuesta con tu hermana cuántos malos chistes va hacer el tío. O llena un bingo con tu novio de frases que seguramente van a decir todos tus amigos en la reunión.
Durante la cena, recuerda que no ganas nada peleando, explica la terapeuta Pharaon. Cambiar la mente o comportamiento de alguien que no está dispuesto a hacerlo es una pérdida de paz y energía.
Mejor ten preparadas algunas respuestas para poner límites como:
¿Te parece si mejor lo hablamos cuando no estemos con familia/amigos?
Prefiero llamarte y hablar del tema.
Gracias por tu opinión. No estoy de acuerdo y no estoy interesada en discutir ahora.
Gracias por preguntar tía, pero prefiero no hablar del tema hoy. Mejor cuénteme, ¿cómo le va con…?
Gracias por tu opinión pero esta vez me gustaría equivocarme por mi mism@
Por último, recuerda que no se trata sobre lo que dices, sino cómo lo dices, dice la psicóloga Gross.
Consigue un aliado
De acuerdo a la terapeuta Brittany Stewart, antes de la cena, es recomendable encontrar a alguien que pueda apoyarte si las cosas se ponen difíciles.
Puedes pedir que se siente a lado tuyo, o que no te deje sola con cierta persona. También pueden ser acciones concretas como:
Ayudarte a cambiar de tema si alguien quiere hablar de algo que te incomoda.
Darte apoyo si te rehusas a comentar o hablar de un tema.
Acompañarte en el caso que necesites salir a caminar o tomarte un descanso.
No culpes a los demás
Después de una cena es posible que las cosas no hayan ido tan bien.
En esos casos es normal estar enojado con la persona que te invitó, con tu mamá que te hizo ir o con los amigos que dañaron la reunión.
De acuerdo a la psicóloga Patricia Maguet, si estás enojado, mejor aplaza la discusión.
Cuando ya conversen explica qué actitudes no te parecieron correctas y cómo te hicieron sentir. También puedes negociar condiciones para las próximas cenas, como quedarte menos tiempo, o hacer la cena navideña en otra casa.
