Si bien siempre se ha hablado de Elon Musk, el empresario, el apasionado por la tecnología, el millonario, ahora también se habla de un Elon desenfrenado, sediento de poder y embriagado por el alcance de sus decisiones.

Más que una persona, Elon Musk es un personaje. No es ordinario, no piensa como el resto. Ha tenido aciertos que lo han llevado a lo más alto, y allá en la cima ha dejado ver fragmentos de su personalidad que revelan que no piensa ni actúa como una persona convencional. Porque si fuera una persona normal, probablemente no sería el hombre más rico del planeta.

A Musk, quizá el sudafricano más famoso del mundo después de Nelson Mandela, le encanta decir que su fortuna la construyó él solo, con su esfuerzo e ingenio. Es verdad, en cierta medida. Pero también es cierto que su familia tenía una posición económica relativamente cómoda. 

Se ha dicho mucho que su padre era dueño de una mina de piedras preciosas en Sudáfrica, pero no es cierto. “El problema con esa historia es que es falsa, pero pocos se han atrevido a hacer el fact-checking”, escribió Matthew Carpenter-Arévalo en el medio ecuatoriano GK.  

Matthew cita a Jeremy Arnold, un periodista investigativo, que se ha dado a tratar de desentrañar el mito de Elon Musk. Arnold encontró que la familia Musk no era millonaria, ni, como se ha dicho, partidaria del Apartheid, el sistema discriminatorio contra las personas negras que estuvo vigente por décadas en Sudáfrica. “El papá de Musk fue elegido concejal municipal en 1972 representando un partido explícitamente anti-apartheid”, dice Matthew. 

Lo que sí es cierto es que le padre de Elon invirtió en una mina de gemas. Sin embargo, no fue en Sudáfrica sino en Zambia. “De la mina, el papá de Elon Musk ganó aproximadamente 400 mil dólares, duplicando su inversión, pero de eso Elon no heredó nada: la relación entre papá y hijo es famosamente turbulenta”, explica Matthew en su texto.  

Elon  Musk se fue a los 17 años de Sudáfrica. Ahí empezó su recorrido como emprendedor. Dio su primer gran golpe empresarial cuando vendió la compañía que se convertiría en PayPal y recibió 180 millones de dólares.

Luego, se dedicó a perseguir sus sueños, especialmente en la industria espacial y de carros eléctricos. 

Elon Musk es CEO de Tesla,  la empresa fabricante de automóviles eléctricos, cofundador de SpaceX, una empresa de fabricación aeroespacial y servicios de transporte espacial. También fundó Neuralink, una empresa que desarrolla chips cerebrales (que pretende empezar a implantar en 2023) y también, recientemente, es CEO de Twitter, la red social de microblogging.

El empresario sudafricano ha encontrado la manera de estar presente en todo. De crear empresas futuristas, relevantes y de ese modo, hacerse relevante él mismo —incluso, a costa de polémicas, críticas y millones de detractores. 

Se sabe que en su infancia ya era un nerd, que vivía metido en sus libros y era un niño introvertido. Cuando se mudó a Estado Unidos, y estaba en sus 20, llegó a Silicon Valley, cuna de las compañías tecnológicas y startups. Después de varios intentos, creó su primer éxito: la compañía que se convertiría en Paypal, la plataforma global de pagos, y que vendería a EBay. Desde ahí ha sido imparable.

Según sus exempleados, es adicto al trabajo. 

Pero el multimillonario, que acumula una fortuna de 219.000 millones de dólares según la revista Forbes, no es noticia solo por sus alcances económicos y empresariales. También ha tenido varios desatinos y momentos que hacen cuestionar ¿qué sucede en la cabeza de alguien del nivel de Elon Musk?

Estos son algunos de los momentos más random de Elon Musk.

El hombre quiere poblar el mundo

Para empezar, el empresario tiene 10 hijos. Sí, 10. Aunque uno de ellos falleció solo días después de haber nacido.

Con su primera esposa, la escritora Justine Wilson, tuvo además del hijo que perdieron, otros 5. Todos por fecundación in vitro. Luego de terminada esa relación tuvo un sexto hijo con la cantante Grimes. Aquí va lo extraño: el niño se llama X AE A-XII Musk

¿Qué significa? La madre del niño lo explicó en un tweet que, la verdad, no responde ninguna duda:

X por la variable desconocida. Æ, que son los caracteres en élfico (es decir, el lenguaje de los elfos) de Ai, que representa amor y/o inteligencia artificial. A-12 por precursor del SR-17, el avión favorito de la pareja y la A también representa Arcángel’, la canción favorita de Grimes. Todo un trabalenguas.


Con Grimes tuvo una segunda hija a inicios de 2022. Y finalmente, anunció a mediados de este año que tuvo 2 gemelos, para dar un total de 10 hijos.

Creó una escuela para sus hijos

Musk decidió que la educación que recibían sus hijos, en una institución para niños superdotados, no era suficiente. Así que tomó cartas en el asunto, pero no como una persona normal, porque Elon Musk no es un hombre normal.

En 2015 el magnate fundó Ad Astra School, una frase latina que se traduce como “hacia las estrellas”. Se trata de una exclusiva y misteriosa escuela de la que no se tienen muchos detalles, más allá de que ofrece educación diferente a las escuelas normales. No todos tienen acceso. 

Según la BBC, que logró hacer una visita a la institución, ahí solo ingresan: los hijos de Musk, los hijos de empleados de Space X y niños que llegan por referencias.

Compró Twitter y empezó a despedir a muchísima gente

En octubre de 2022, Elon Musk concretó la compra de Twitter por 44 mil millones de dólares, después de una negociación que se alargó por 6 meses. Acto seguido empezó una ola de despidos masivos en la compañía. Empezó por los altos ejecutivos, como el CEO, Parag Agrawal, y a la responsable de políticas y asuntos legales, Vijaya Gadde

Los despidos no solo fueron en masa, también fueron impersonales. 3.700 empleados de Twitter se enteraron de que ya no tenían trabajo por un mail.

Carta Twitter

Carta de despido de Twitter.

Además, el multimillonario le envió a sus empleados un formulario para que se comprometieran a trabajar mucho más duro si querían seguir trabajando en la compañía.

El incentivo para comprar la plataforma, según Musk, era rescatar la libertad de expresión y eliminar la censura de la red social. Pero en este punto, el futuro de la red social es incierto. Varias marcas han cancelado sus auspicios, como muestra de rechazo a este tipo de acciones, aunque algunos  ya han regresado.

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