Si cuando fumas o estás cerca de alguien que fuma comienzas a sentir que la piel y la nariz te pican o que los ojos te lloran, es posible que pienses que tengas una alergia al tabaco. 

No te equivocas. El tabaco es mundialmente conocido por provocar reacciones alérgicas y empeorar las alergias que ya tenías, pero la realidad es que la alergia al tabaco como tal es muy rara. Lo que los médicos han encontrado es que un cigarrillo tiene tantos químicos, que seguramente eres alérgica a uno de ellos y no necesariamente al tabaco en sí. 

Aquí te explicamos cómo funcionan estas alergias y por qué tienes una mala reacción al tabaco. 

¿Se puede tener alergia al tabaco?

En teoría sí, explica el sitio médico, Medical News Today. Sin embargo, esto es muy poco probable. Al punto que si vas a hacerte una prueba de alergias lo más probable es que hagan exámenes para saber a cuál de las más de 7 mil sustancias químicas del tabaco eres alérgica. 

También es posible que el tabaco te vuelva más sensible a las alergias que normalmente tienes, explica Pedro Ojeda, médico especialista en alergias para el diario El País. De acuerdo a Ojeda, el humo del tabaco irrita las mucosas de tu nariz y las expone más a cosas que te dan alergia haciendo que los síntomas sean más fuertes. 

Además las personas que estuvieron expuestas al cigarrillo cuando sus mamás estaban embarazadas o cuando eran niños, tienen más probabilidades de desarrollar alergias, de acuerdo a los estudios.

Síntomas de una mala reacción al tabaco

¿No sabes cómo diferenciar si tienes alergia al tabaco o alguno de sus componentes? Aquí tienes una lista de posibles síntomas: 

  1. Picazón en la nariz y en los ojos
  2. Lagrimeo en los ojos
  3. Estornudos
  4. Dificultad para respirar
  5. Comezón y ronchas en la piel
  6. Sibilancias o un sonido de silbido al respirar

¿Qué hacer en caso de alergia al tabaco o a sus componentes?

Estos son algunos tips del sitio médico Healthline para evitar una mala reacción al tabaco: 

  1. No fumes
  2. Evita áreas donde puedas exponerte al humo y si no tienes elección, usa mascarilla
  3. Si tienes una pareja o personas con las que tienes contacto físico, pídeles que se laven las manos y la boca después de fumar
  4. Ejercítate y aliméntate bien para subir tus defensas
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