Por el bien del cine, todos necesitamos que John Wick 4 sea igual o mejor que sus tres películas predecesoras.
En los últimos 20 años, el cine de acción se ha diluido mucho en sus propios clichés. Desde tramas básicas y predecibles hasta peleas grabadas en primer plano para que no nos demos cuenta que los actores realmente no saben pelear, hicieron de la acción el género de (como diría mi mamá) “mucho pum pum y ruido”.
No fue hasta que llegó esta saga protagonizada por el gran Keanu Reeves, que volví a creer en la magia de la acción. Una magia que empezó a mis 12 años, aproximadamente, cuando vi Speed (1999) un domingo en la televisión (voy a sumar a Rush Hour (1998)) y que desapareció el día que pagué por ver Los Indestructibles 3 en el cine. Gran error.
Hoy, 23 de marzo de 2023 es el estreno mundial de John Wick: Baba Yaga. Estos son los estándares que le he puesto a la película. Veamos si los cumple, decepciona, o me vuelve a volar la cabeza.
Una historia continua
Uno de los puntos más originales y efectivos en John Wick es que todas las películas comienzan días o minutos después de la película anterior. Esta elección te permite experimentar ese cansancio acumulado del personaje, que desde que murió su esposa no ha parado de correr.
Puedes sentir su desesperación, miedo, ganas de sobrevivir, desde el primer momento. Por eso mismo, también las escenas de acción a los dos o tres minutos de película no se sienten forzadas.
De hecho, se sienten increíbles. Puedes ver a un John Wick cansado y ensangrentado sacar maestría de donde ya no hay para evadir a todos sus rivales.
Aunque en John Wick: Parabellum terminamos con un John más demacrado, espero que John Wick 4 no nos de un “6 meses después” bullshit. Déjenme ver a John, sin un dedo peleando con su último aliento.
John Wick 4: cuando la acción se alía con la cinematografía
En este aspecto no espero que John Wick: Baba Yaga continúe con su belleza visual. Espero que la supere.
La belleza de las películas dirigidas por Chad Stahelski son innegables. No pasa desapercibida en ninguna escena de toda la saga. Recuerdo que casi me da un orgasmo en los ojos cuando en la primera película vi la iluminación de la piscina donde John busca al asesino de su perro.
Voy a dejarles la escena. Quiero que no pierdan de vista el uso de color. Esa diferencia de la calma y tranquilidad con el azul, versus el rojo sangriento típico de Wick. También noten el recurso de los planos a contraluz que, aunque no dejan ver la sangre, se ven más brutales y violentos.
Ese juego de colores, el uso de la luz, los diferentes escenarios son un deleite que a veces me enfurece. ¿Por qué nadie más está haciendo esto en el cine de acción? Bueno, ahora más y más películas están siguiendo el ejemplo. Pero me enoja pensar cuántos años de buen cine de acción nos perdimos antes de que llegara esta joya.
Mis expectativas para John Wick: Baba Yaga están tan altas porque pude ver la emoción de Jimmy Fallon al tratar de describir la belleza visual de la película en una entrevista con Keanu Reeves.
Keanu solo respondió: “Eso es cine.”
Acción en todo su esplendor
La saga siempre ha tenido villanos e invitados de lujo.
Solo en la anterior entrega pudimos ver a los maestros de artes marciales Yayan Ruhian y Cepep Arif Rahman hacer un espectáculo con espadas.
A esta entrega, se suma la leyenda del cine Hongkonés, Donnie Yen. Yen trabajó en varias películas con Jackie Chan e hizo la coreografía de las escenas de acción en Matrix (1999).
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Al ser la última entrega, espero sinceramente que la idea de mantener las escenas de acción en planos abiertos y continuos se mantenga. Sin embargo, también espero ver peleas nuevas e ingeniosas, como la pelea con libros de John Wick: Parabellum. O una con carros, como en la película original.
De verdad espero que Chad Stahelski haya podido cumplir sus sueños más locos en esta entrega y mantenga mi fe en el cine de acción.
