El viernes 14 de octubre de 2022, dos activistas ambientales, pertenecientes a la organización Just Stop Oil, lanzaron sopa de tomate sobre el cuadro Los girasoles de Van Gogh en la National Gallery de Londres.
Aunque causó sorpresa, indignación, rechazo y respaldo, entre muchas otras emociones, no fue ni la primera ni la última de estas manifestaciones.
De hecho, Just Stop Oil tiene todo un calendario de eventos y convocatorias a intervenciones en el Reino Unido.
Para quienes quieren unirse a su causa, pero están fuera del país, existe una red de ONGs aliadas en Suecia, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Suiza, Noruega, Italia, Francia y Australia, donde hacen sus propias convocatorias.
Otras protestas
Los activistas, que protestan en contra de la extracción de petróleo y gas, y en general del uso de combustibles fósiles, han encontrado en estas intervenciones el mecanismo para hacerse notar.
También han demostrado que no están solos, pues sus manifestaciones han sido replicadas por otros, a pesar de que saben que serán arrestados.
La noticia de que lanzaron sopa al cuadro de Los girasoles impactó, dio la vuelta al mundo, incomodó a muchos y fue comprendida por otros y seguida.
Esta es una recopilación de las protestas más mediáticas que han protagonizado las organizaciones activistas por la protección del medioambiente.
En su mayoría, en busca de captar más atención, han realizado intervenciones en los museos y obras de arte más famosas del mundo.
La protesta viene de antes. Ya en mayo de 2022, otro activista por el medioambiente había arrojado un pastel al cuadro de la Gioconda, de Da Vinci, en el Museo del Louvre, en Francia.
Y en julio, también de parte de Just Stop Oil, dos activistas más cubrieron el cuadro The Hay Wain de John Constable con una representación catastrófica de los efectos del cambio climático. Luego pegaron sus manos (literalmente, con pegamento) al marco del cuadro.
Semanas después de la sopa de tomate en Los girasoles, el 23 de octubre, otros dos activistas replicaron la protesta.
Esta vez pertenecían al grupo Last Generation, aliado de Just Stop Oil en Alemania, Ellos lanzaron puré de papa sobre el cuadro Pilas de cereal de Monet, en el Museo Barberini de Potsdam, en Alemania.
#Kartoffelbrei auf #Monet:
Was ist mehr wert #FürAlle – Kunst oder Leben?Monet liebte die Natur und hielt ihre fragile Schönheit in seinen Werken fest.
Warum haben viele mehr Angst davor, dass eines dieser Abbilder Schaden nimmt, als vor der Zerstörung unserer Welt selbst? pic.twitter.com/0Rh1ZS6yjk
— Letzte Generation (@AufstandLastGen) October 23, 2022
Solo un día después, otros dos activistas de Just Stop Oil lanzaron un pastelazo sobre la figura de cera del rey británico Carlos III en el museo de Madame Tussauds en Londres.
🎂 BREAKING: JUST STOP OIL CAKES THE KING 🎂
👑 Two supporters of Just Stop Oil have covered a Madame Tussauds waxwork model of King Charles III with chocolate cake, demanding that the Government halts all new oil and gas licences and consents.#FreeLouis #FreeJosh #A22Network pic.twitter.com/p0DJ8v3XVB
— Just Stop Oil ⚖️💀🛢 (@JustStop_Oil) October 24, 2022
Seguidores o detractores, todos hablan de Just Stop Oil. ¿Y el medioambiente?
Los activistas han logrado también contrariar las opiniones.
Hay quienes defienden estos performances alegando que los cuadros no han sido dañados de ninguna manera, pues siempre están protegidos por un cristal.
También resaltan que ese sentimiento de indignación es precisamente el resultado que buscan los activistas, que es como ellos se sienten frente a políticas que no priorizan el medioambiente.
Por ejemplo, en esta columna de GK, Eduardo Varas reflexiona sobre la esencia del activismo. “Incluso desde un punto de vista de intervención, podríamos hablar de que estamos ante un gesto performático”, dice el editor de GK. “Porque el activismo tiene algo de acción artística, de intervenir el espacio con una acción que esconde una idea. Esto va más allá de que nos guste o no”, afirma.
En la otra esquina están quienes no encuentran sentido en estas acciones. Señalando el narcisismo, irrespeto o gestos vacíos usados para llamar la atención que se quedan solo en eso.
«Las activistas consiguieron algo muy básico y fácil en nuestros tiempos: un debate polarizado entre quienes apoyaron la acción y quiénes no, cháchara y ruido. Aparte de eso, no hubo mayor convocatoria, ni dirección, ni propuestas. Tu cualquier martes en redes sociales», escribió Iván Ulchur-Rota en GK.
Para las/os idiotas que piensan y actúan como estas dos persona de cerebro chico y poca lectura como Phoebe Plummer y Anna Holland, si quieren luchar por el medio ambiente estudien, el arte es vida y la vida es arte idiotas👇👇https://t.co/3nZnMWCCv4
— RPEG (@RPEG11) October 15, 2022
Claro que Anna Holland y Phoebe Plummer, dos adolescentes tardías que no recibieron el correctivo a tiempo de sus padres, se las rebuscaron para encontrar el link entre la protesta y el cuadro https://t.co/bSVbnTYBbB #Ideología 📰 por @marceloduclos
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) October 16, 2022
Lo cierto es que generaron conversación. ¿Lo negativo?
Todos están hablando de si estuvo bien o mal lanzar X alimento a X pintura, pero no hay tanta conversación sobre el tema en cuestión, el cambio climático, el uso de combustibles fósiles, la aprobación de licencias extractivas de gas y petróleo.
Sin embargo, y a pesar de las detenciones, las protestas no han cesado. Just Stop Oil aspira que su campaña movilice a más de 3.000 personas en sus marchas para detener los planes del gobierno británico de permitir 40 nuevos proyectos relacionados con petróleo, gas y carbón.
Everyone shouting at Just Stop Oil protestors for campaigning ‘the wrong way’… 50,000 people protested in London yesterday in the ‘the right way’ and the establishment and their media simply ignored them
— Mark Davyd (@markdavyd) October 23, 2022
Qué es Just Stop Oil
El grupo activista inglés Just Stop Oil funciona bajo una consigna: que el gobierno británico detenga los nuevos proyectos petrolíferos y gasíferos.
¿Cómo se financian? El Fondo de Emergencia Climática, una entidad filantrópica estadounidense que existe desde 2019, ha sido uno de sus importantes donadores, según confirmaron los propios activistas al diario The Guardian.
Una de las fundadoras de ese Fondo de Emergencia Climática se llama Aileen Getty. Pertenece a una de las dinastías más ricas del mundo, según el diario español El País: los Getty.
Su abuelo fue el petrolero John Paul Getty, fundador de la compañía Getty Oil. Por lo tanto el petróleo siempre fue un negocio familiar.
Que toda la familia multimillonaria de Aileen Getty sea históricamente petrolera y amante activa del arte, pues su padre, John Paul Getty Jr., donó más de 50 millones de libras a la National Gallery británica, conflictua con sus ideales opuestos.
Aileen decidió usar su dinero, que tiene gracias a los negocios petroleros de su familia desde hace generaciones, para defender su ambientalismo.