Para qué sirve la tarea es posiblemente la duda que todos nos hacemos desde que entramos a la escuela. ¿Por qué después de estudiar 8 horas tengo que seguir estudiando?
No te preocupes, no eres la única que tiene esa duda. Incluso psicólogos, científicos y profesores tienen la misma duda.
La idea de eliminar la tarea puede sonar a un problema de “la generación de cristal” o de “la generación vaga que ya no quiere trabajar”, como dice tu tío. Aunque no lo creas, el debate sobre si los deberes son útiles ha existido desde el siglo 19, como demuestran los estudios.
Para muchos padres y expertos, la tarea no solo es demasiada. También genera una brecha entre los estudiantes que tienen los medios para hacerla y los que no.
¿Pero qué tan cierto es? Y sobre todo ¿qué dicen los estudios sobre el tema? Veamos qué dice la ciencia sobre qué tan útil es hacer deberes.
Los puntos en contra sobre por qué existe la tarea
Para muchos opositores de la tarea, su principal argumento es que no todos los niños tienen los mismos recursos para hacer deberes. Esto puede impactar sus notas y rendimiento académico, especialmente después de la pandemia de covid-19.
En una encuesta del 2021, el 25% de los padres de familia de bajos recursos dijeron que sus hijos no pudieron cumplir sus tareas en algún punto porque no disponían de una computadora. En cambio, en las familias de clase alta, solo el 2% tuvo ese problema.
Luis Torres, profesor de un colegio para niños de escasos recursos en Nueva York, cuenta en una entrevista con Vox.com, que durante la pandemia lograron entregar Chromebooks a varios de sus estudiantes. Los Chromebooks son computadoras.
Sin embargo, luego se enteró que muchos de sus estudiantes vivían en refugios donde se les prohibía el uso del internet o no recibían buena señal, por lo que tenían que ir a parqueaderos de un McDonalds a hacer la tarea.
Estos son solo algunos casos que alimentan la pregunta ¿por qué existe la tarea? Al final, solo un grupo de niños en verdad puede hacerla.
Además, varios estudios han demostrado impactos negativos o neutrales en el rendimiento de los estudiantes cuando se les envía tarea.
¿Para qué sirve la tarea? Los puntos a favor
Los deberes han existido por años, entonces tienen que tener alguna utilidad ¿no?
Para la psicóloga y educadora Janine Bempchat, la tarea ayuda a los niños a desarrollar habilidades que van a necesitar cuando sean grandes. Habilidades como la organización, la responsabilidad y el trabajo en equipo, todas relacionadas también con el éxito académico.
De hecho, no está sola, en la entrevista con Vox, muchas personas en contra de la tarea, también admiten que los deberes enseñan hábitos importantes para el futuro.
Otro pro de hacer deberes de acuerdo a la investigadora de educación Cathy Vatterott, es que solo a través de la práctica, los estudiantes logran recordar mejorar su habilidades académicas.
Los padres lo saben. Es por eso que aunque se disminuya o corten la tarea, lo que van a hacer es inscribir a sus hijos en actividades extracurriculares para que practiquen lo aprendido en la escuela.
Ese fue el caso en Boston, explica Bemchat. Después de que se emitiera un mandato que pedía regular la cantidad de tarea, los padres de la zona comenzaron a inscribir a sus hijos en escuelas rusas de matemáticas. Y sí, no son nada baratas, muchas cuestan hasta $400 al mes.
¿Quién puede pagar eso? Los padres de familias con dinero.
Así que incluso eliminando la tarea esta brecha no se disminuye. Incluso pone en más desventaja a los niños de escasos recursos.
¿Cuál es la solución?
Pues de acuerdo a la psicóloga Bemchat, la discusión no debería ser sobre si mandar tarea o no. Sino mejorar la calidad de la tarea que se está mandando.
Seamos sinceros, muchos de los deberes no son más que una pérdida de tiempo y recursos.
Lastimosamente, y como cuenta la profesora Erin Bruce, las personas que estudian para ser maestros no tienen preparación en cómo manejar la tarea.
Bemchat y su colega Margarita Jimenez-Silva entrevistaron a los profesores de diversos colegios y se dieron cuenta que los maestro casi no habían leído investigaciones, ni conversaban sobre cómo mandar deberes correctamente o dialogaban sobre para qué sirve la tarea.
De acuerdo al Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey, estas son algunas preguntas que los profesores deberían hacerse antes de enviar tareas:
- ¿Es necesario asignar tarea o se puede hacer en clase?
- ¿La tarea complementa y contribuye lo que se vio en el aula?
- ¿El estudiante cuenta con suficiente información para hacer la tarea solo?
- ¿Cuál es el propósito e intención de la tarea? ¿Tengo algún objetivo en mente?
- ¿Cuánto tiempo le dedicará el alumno a la tarea?
- ¿De qué manera puedo controlar si se está sobrecargando o no a los alumnos?
Para resolver el problema de la falta de oportunidades y recursos en los estudiantes de familias con menos capacidad económica, Bemchat asegura que cortar la tarea no va a ayudar mucho.
Lo mejor es usar los esfuerzos en crear ambientes donde los estudiantes puedan ir a hacer la tarea y conectar con sus amigos y comunidad.
