Workaholics es la palabra en inglés para describir a las personas que tienen una adicción al trabajo. Tal vez consideres que esa no eres tú. Al final tú solo estás dándolo todo por tu carrera, tu compañía y estabilidad financiera.
Pero ¿qué haces además de tu trabajo? ¿Puedes decir que una vez que apagas el computador, no sientes la necesidad de verlo hasta el siguiente día? ¿no te sientes cansada?
La psicóloga Marina Mammoliti explica en su podcast Psicología al Desnudo, que vivimos en un mundo donde el trabajo nos rodea 24/7. Además siempre nos exige ser los mejores y nos sentimos culpables si osamos tomarnos un descanso.
Los estudios lo llaman “síndrome de la vida ocupada”, excepto que no es una enfermedad o trastorno. Es un estilo de vida acelerado, sin pausas y cada vez crece más y más.
¿Tienes este síndrome o una especie de adicción al trabajo?
Tal vez. Estas son las señales que podrían indicar que sí, de acuerdo al grupo de psicólogos de Oxford CBT:
- Le dedicas casi todo tu tiempo al trabajo
- Tienes hábitos compulsivos como chequear tu celular a cada rato o llamar fuera del horario laboral.
- Te sientes culpable si no trabajas
- Tienes miedo de pedir vacaciones o día libre
- Usas el trabajo para distraerte de tus problemas personales
- Tu trabajo es prioridad por encima de tu familia, pareja, amigos, etc.
Si te identificaste con alguna, te dejamos algunos tips para volver a encontrar balance en tu vida.
Tip 1: Ten un tiempo de transición
Rosie Gugliardo, coach profesional, recomienda que después del trabajo tengas una actividad que dure de 15 a 30 minutos para ventilar.
Por ejemplo, antes de llegar a casa a seguir trabajando u ocuparte con las tareas del hogar, camina un momento, escribe en un diario o escucha una meditación guiada.
Así pones una pausa en medio de todo el síndrome de la vida ocupada y haces una clara diferencia entre el trabajo y el tiempo libre.
Tip 2: Ponle un horario al descanso
Google Calendar o la aplicación de calendarios de tu preferencia, son solo para workaholics, también están de tu lado.
Así como puedes programar reuniones también puedes incluir horarios para descansar. El grupo de terapeutas de CNLD explica que reservar oficialmente un tiempo para ti puede ayudarte a cumplirlo.
También es importante que le des un propósito.
O sea, fija una meta como “en esta hora y media voy a ver un episodio de mi serie”, o ”en estas dos horas voy a ir al gimnasio”. Si no tienes un motivo que te espere, no vas a tener problema en ignorarlo.
Tip 3: Pregúntate por qué eres workaholic
Los workaholics o la adicción al trabajo está relacionada con el sentimiento de “no ser suficiente”, miedo al fracaso o miedo a sentirse insignificantes, explica Oxford CBT.
La mejor manera de lidiar con estas inseguridades y descubrir las razones por las que no puedes despegarte de tu trabajo, es yendo a terapia.
Incluso ese puede ser tu tiempo de descanso. Solo necesitas una hora a la semana y vas a lograr desahogarse, desconectar un momento y crecer como persona.
¡Ofertón!
Tip 4: No sigas el ejemplo de tus ídolos
Aunque Elon Musk, Steve Jobs, Bill Gates sean tus ídolos, no significa que debes seguir sus comportamientos tóxicos de workaholics.
En un discurso para la graduación de los alumnos de Northern Arizona University, Bill Gates admitió que hubiera querido saber desde muy joven que “hay algo más en esta vida que el trabajo”.
Por muchos años, Gates obligaba a sus trabajadores a quedarse más tiempo del planeado, no creía en las vacaciones, no tomaba descansos y enviaba mail a media noche.
Ahora, Gates reflexiona que muchos de esos comportamientos fueron innecesarios. Habría querido aprender esta lección antes en la vida. Así que recuerda, el trabajo no lo es todo.
Tip 5: Aprovecha el tiempo libre pagado
No te sientas culpable por tomar tus vacaciones, explica CNLD. La mayor parte de tus días los vas a pasar trabajando, aprovecha cuando puedas darte descansos sin perder tu salario.
La experta en finanzas y autora, Alyssa Davies lo pone de la siguiente manera:
“Al final de tu vida, nunca te vas a arrepentir de tomarte un descanso para hacer lo que amas o estar con quienes amas. Pero sí te vas a arrepentir de priorizar un trabajo, que no te prioriza a ti.”
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