Me fui a Brown Sugar, y sí: sí existe. El bar inspirado en la temática speakeasy o bares clandestinos, mucho más comunes en la época de la prohibición en Estados Unidos, se apega a su filosofía de secretismo.
Queda detrás de un local de pretzels en Cumbayá, que funciona como fachada (si venden pretzels, pero el objetivo es “esconder” el bar que queda justo detrás). Luego de cruzar 2 puertas, un pasillo y una cortina, se revela el sitio, al que por cierto, sólo puedes entrar con reservación.
En palabras de Santiago Rodríguez, unos de los socios del bar, la idea era esa: “un lugar secreto, al que se entra por medio de otro negocio y en cuyo interior encuentras un bar con una decoración y servicio de primera”, dice Santiago.
Cuadro dentro del bar Brown Sugar.
Con una onda muy retro, no muy grande, pero si agradable, el bar, al que incluso puedes acceder con el código “secreto” que viene en tu mail de confirmación, ofrece música de estilo rock clásico, y una decoración particular.
Hay cuadros de la reina Isabel II, Amy Winehouse, y espacios como una cabina de teléfono de estilo inglés.
Fun fact, otra de sus peculiares reglas es que está prohibido hacer fotos o videos del lugar. Solo hay 3 espacios en los que se permite.
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Además de misterio, el bar también ofrece shows en vivo. Por lo general son tributos, por ejemplo a Coldplay o Queen. Pero en tus redes sociales no quedará constancia del momento, recuerda, todo es secreto.
El bar es relativamente nuevo. Abrió en noviembre de 2021, cuando aún estaba prohibido el funcionamiento de bares, restaurantes, entre otros locales comerciales y el consumo excesivo de alcohol, debido a la pandemia del covid-19.
La comida, y lo más importante: los cócteles
El menú de Brown Sugar ofrece opciones variadas, todas muy fancy, pero no dejan de ser deliciosas.
Entre tacos de pulpo o langostinos, dip de alcachofas, tostadas de masa madre o un lomo en salsa de bourbon, la carta de comida es corta pero concisa. opciones variadas, para diversos gustos, pocos platos y principalmente picaditas.
Plato de comida y cocteles en Brown Sugar, tomada por Camila Girón para Cosas Que Dan Placer.
Si tienes ganas de un trago, pero no quieres prepararlo tú, déjate atender por los expertos.
La especialidad de Brown Sugar son los cócteles. Con variedades de mules, martinis y muchos tragos con whiskey y bourbon, la carta de bebidas es amplia y temática. Se divide en: los prohibition cocktails, que tiene más de una docena de opciones y los new world classic cocktails, con mules y juleps.
El ambiente
Brown Sugar no es el típico bar de reguetón para veinteañeros. Te das cuenta desde que ves el menú, con comida más sofisticada, no es un lugar para visitar si tienes un presupuesto ajustado. Además, de entrada pagas un cover (no consumible) de 15 dólares.
La música tampoco es la que escuchas en todas las discotecas de moda. En mi experiencia, al menos, el bar restaurante estaba ambientado con rock clásico. El volumen te permite conversar, pero luego empieza el show en vivo, y se prende la fiesta.
De hecho, Santiago Rodríguez lo describe como un bar de rock que no está pensado para jóvenes. “Es para un target de gente adulta, de 30 para arriba”, dice
El bar, inspirado en un pub clásico irlandés, tiene una pequeña tarima, y pasadas las 11 de la noche, cuando ya no venden más comida, se retiran las mesas del centro, abriendo espacio para bailar y después corear con la banda de turno.
¿Qué son los speakeasy?
En un inicio, los bares speakeasy eran lugares donde podía consumirse de manera clandestina todo tipo de alcohol durante la prohibición en Estados Unidos, entre 1920 y 1933. Usaban, al igual que Brown Sugar, un establecimiento de fachada que en su interior ocultaba un bar.
Ahora ya no se trata de la necesidad de ocultarse para tomar un trago, más bien se usa como concepto. Es decir, hay a quienes les pareció atractiva la idea del secretismo y el misterio de un bar que está oculto de la vista pública, y donde la gente va a pasar un buen rato, a salir de fiesta, y no queda constancia de su noche en redes sociales.
De hecho, los lugares que trabajan bajo esta temática son considerados exclusivos.
Datos útiles
Dirección: Francisco de Orellana 897y, Quito 170902, Parque de Cumbayá
Parqueadero: No
Horario de atención: Jueves, viernes y sábado de 8 pm a 3 am.
¿Qué tan caro es? $ – Medio-alto
Cosas a tener en cuenta: No se permiten fotografías dentro del lugar. Solo se puede entrar con reserva previa.
