La relación entre cerveza y cambio climático puede no ser muy obvia desde el inicio. Sin embargo, el calentamiento global puede darnos en donde más nos duele: en las bebidas alcohólicas. 

Primero, unos datos interesantes. De acuerdo a National Geographic, una cerveza de más o menos 250 mililitros (menos de un vaso estándar) necesita 20 galones de agua para su producción. El vino, por su parte, necesita 30 galones de agua por cada 147 mililitros. 

Solo las fábricas de cerveza artesanal de California en Estados Unidos, utilizan 651 millones de galones de agua al año. Esa es la misma cantidad de agua que utilizan 12 mil personas durante el mismo tiempo, explica el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Además, la industria de comidas y bebidas a nivel mundial contribuyen en un 30% a las emisiones que causan el cambio climático, de acuerdo a las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina.

Como puedes ver, la cerveza demanda mucho de nuestro planeta, pero ¿qué pasa si el planeta se queda sin recursos para ofrecer? Averigüémoslo. 

calentamiento global

¿Qué pasa si combinamos cerveza y cambio climático?

Bueno, la primera consecuencia que puede esperar es que ya no haya tanta cerveza. De acuerdo a la WWF, las altas temperaturas pueden afectar los cultivos reduciendo la cantidad de cerveza en un 20% solo en Estados Unidos. 

La segunda, y quizá la peor consecuencia, es que la cerveza no tendría el mismo sabor. Cambiaría para mal. 

Como una estrategia de concientización, la compañía cervecera Belgium Brewing Co. sacó una cerveza edición limitada llamada Torched Earth. Esta cerveza estaba hecha con granos tolerantes a la sequía, diente de león y agua contaminada con humo, explica la revista de ciencia Scientific American

Ya te imaginarás el sabor. 

El objetivo era mostrar al público el futuro de las cervezas si el calentamiento global llega a afectar los cultivos y demás ingredientes de esta popular bebida. 

El CEO de Belgium Brewing Co.,Steve Fechheimer, también explica que una mala combinación de cerveza y cambio climático significa menos trabajos y menos oportunidades de negocio. 

Pero ¿se puede hacer una cerveza más amigable con el medio ambiente? Sí, y los planes ya están en marcha. 

¿Cómo hacer cervezas más ecológicas?

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En el artículo de National Geographic, Cómo hacer una cerveza más verde, varios creadores de bebidas alcohólicas explican las tácticas que se están implementando para reducir el impacto del alcohol en el medio ambiente. 

Transporte eficiente. El ingeniero químico Michael Tatera creó el sistema de distribución BrewVo, que consiste en un cerveza tan concentrada que solo pesa una sexta parte de la cerveza tradicional. Eso se envía a sus diferentes destinos y al llegar solo se agrega agua, alcohol, se carbonata y se sirve. 

Este método significa menos viajes, menos contenedores, menos botellas y una menor huella de carbono. 

Lúpulos inteligentes. El profesor Charles Denby, de la Universidad de California, creó una cepa de levadura que ya incluye los terpenos, o sustancias que le dan el color y olor de lúpulo a la cerveza, en vez de cultivar el lúpulo aparte. 

Actualmente, los lúpulos son de los ingredientes más caros y para cultivar una libra se necesitan mínimo 300 toneladas de agua. 

Energía limpia. Como te contamos en nuestro artículo Marcas de alcohol sostenible para tomar cuidando al planeta, muchas empresas están usando energías renovables para alimentar sus producciones. Por ejemplo, la más grande multinacional de bebidas, Diageo,  que produce bebidas como Guinness o Johnnie Walker, rehúsa energía térmica y tiene la misión de eliminar sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. 

Así que si quieres seguir disfrutando de una cerveza bien fría en la playa, a todos nos conviene que el planeta no se ponga más caliente.

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