Una de las peores cosas de la borrachera son los mareos después de tomar. O sea esa sensación de que tu cama parece toro de rodeo que no deja de moverse el momento que cierras los ojos.
De acuerdo al doctor especialista en nariz y oído, Mathew Crowson, este vértigo puede ocurrir después de unas tres o cuatro bebidas dependiendo de tu cuerpo y sexo. Existen personas que se emborrachan más rápido que otras.
Pero más allá de los efectos del alcohol, el problema del equilibrio realmente está en el oído. Específicamente en un sensor llamado cúpula. La teoría de por qué el alcohol te da los mareos es porque cuando tomas alcohol, el nivel de alcohol en tu sangre sube, pero el nivel de otros fluidos baja.
Uno de esos fluidos es el que se encuentra dentro de la cúpula, lo que hace que se vuelva muy sensible a los movimientos. Incluso los más sutiles como girar la cabeza o mover tu almohada, explica Crowson.
Ahora, ¿cómo los detienes? Aquí te explicamos.
Uno. Apóyate en algo firme
Esta es una forma de decirle a tu cerebro que realmente no te estás moviendo tanto como él cree, explica el blog de Sunset, un suplemento que combate la cara roja cuando tomas alcohol. Sí, es algo que sucede, puedes leer más sobre el tema aquí.
Así que si tienes mareos después de tomar, puedes dormir con un pie apoyado en el piso o poner la mano en el velador. No te quitará todo el vértigo, pero sí puede aliviarlo.
Dos. Haz ejercicios de respiración
Si la cabeza dando vueltas te está causando ansiedad o latidos fuertes del corazón, enfócate en tu respiración. Las respiraciones profundas pueden aliviar los mareos después de tomar y te relaja.
Tres. Enfoca la mirada
Si cerrar los ojos es insoportable por los mareos y no puedes dormir, lo mejor para reducir el vértigo, de acuerdo al doctor Crowson es mirar fijamente a un objeto cercano mientras te sientas recto y con ambos pies en el piso.
Esto también manda señales a tu cerebro que le avisan que no estás en movimiento y por lo tanto el mareo va a disminuir.