Basada en tu experiencia, seguramente puedes dar un firme testimonio de que el frío te emborracha más.
La creencia es que si estás tomando dentro de una casa, bar o discoteca, calientito y alejado del frío, puedes mantener casi que tus cinco sentidos. Sin embargo, en el momento en el que sales y te llega un poco de aire, sientes como la borrachera sube por tu cuerpo.
¿Qué tiene el viento para hacerte sentir así? ¿Cuál es el poder del aire que te da una borrachera instantánea apenas cruzas la puerta?
Sigue leyendo para enterarte cómo reacciona el clima al mezclarse con el alcohol y cuál es la verdad detrás del ‘es que me dio el aire’.
¿En verdad el frío te emborracha más?
Mito. Ya estabas borracho, no culpes al aire.
Para esto, definamos a emborrachar más como un elemento que sube tu cantidad de alcohol en la sangre o que potencia los efectos del alcohol (spoiler: el aire no es uno de esos elementos).
La verdad es que cuando tomas, el alcohol pasa por el esófago donde más o menos un 20% es absorbido por la sangre.
El resto pasa al estómago y después de un proceso digestivo, el alcohol restante también es absorbido por el cuerpo, explica la fundación Alcohol y Sociedad.
La cantidad de alcohol en la sangre se llama alcoholemia .Tarda unos 30 minutos en llegar a su punto más alto. O sea cuando ya estás bien happy .
Lo que sucede es que cuando hay un choque drástico de temperatura, como salir de una pista de baile sudorosa a la fría calle en la madrugada, nuestro cuerpo debe compensar la pérdida de calor de alguna manera, explica la doctora María del Pilar Chávez.
Para hacerlo, el cuerpo empieza a bombear sangre a mayo velocidad. Como consecuencia, la sangre llega al cerebro más rápido haciéndote sentir un subidón de borrachera.
Entonces no es que el viento te emborracha más: tú ya tenías esa cantidad de alcohol en la sangre, sólo acelera el proceso.
Otro problemas del aire y el alcohol
De acuerdo a la organización de educación de alcohol Drink Aware, la “borrachera” no es lo peor que puede suceder si mezclas alcohol con aire frío.
Otro riesgo es que, al tomar, el alcohol afecta a los vasos sanguíneos de tu piel llenándolo de sangre y calor, por eso cuando tomas te siente ‘calientito’. Sin embargo, los estudios explican que para que esto suceda, el cuerpo debe quitarle la sangre y el calor a tus órganos vitales.
A eso, súmale el hecho de que está comprobado por los estudios que el alcohol reduce tu capacidad de tomar buenas decisiones.
Por lo que en ese estado tan vulnerable y con la sensación de que el frío te emborracha más, puedes decidir caminar a casa sin un abrigo, meterte a una piscina helada o simplemente no protegerte del frío.
Como resultado tu cuerpo baja la temperatura drásticamente y puede resultar en hipotermia.
