Hacerse una prueba de infecciones de transmisión sexual (ITS) puede parecer abrumador, especialmente si es tu primera vez. Sin embargo, es un paso crucial para mantener tu salud sexual libre de problemas. 

Nota: Antes de continuar, queremos recordarte que el ITS y enfermedades de transmisión sexual (ETS), se refieren a los mismo, pero ITS es el término más actualizado. Si quieres conocer por qué, te recomendamos nuestro artículo ¿Cuál es la diferencia entre ITS y ETS?

Es posible que pienses que estos exámenes sólo se lo deben hacer personas que tienen relaciones sexuales con diferentes pesonas, pero la realidad es que incluso si no estás en una relación monógama, puedes contraer una ITS.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cada día un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual, incluso sin sexo oral o por penetración. Por ejemplo, el herpes es un virus que se puede transmitir por la saliva.

Pero aquí no estamos para asustarte, sino para animarte a cuidar más tu salud. Por eso aquí te dejamos una lista de beneficios de hacerte una prueba de ITS: 

  1. Previene infecciones que pueden provocarte en enfermedades
  2. También protege a tus parejas y a las personas con las que tienes contacto
  3. Te da paz mental y calma tus preocupaciones
  4. Es fácil y rápido
  5. Muchas ITS tienen tratamientos sencillos y se pueden manejar de manera más fácil si se detectan a tiempo

Con esto dicho, aquí te dejamos seis tips para que tu primera prueba de ITS sea más sencilla y menos estresante.

1. Infórmate sobre el proceso

Antes de ir a tu cita, es importante que te informes sobre lo que implica una prueba de ITS. Según Healthline, saber qué esperar puede reducir la ansiedad. Las pruebas pueden incluir muestras de orina, sangre, y/o tomas de muestras de las áreas genital, anal o bucal. Conocer estos detalles te ayudará a sentirte más preparada.

2. No necesitas esperar a tener síntomas

Mucha gente cree que solo debe hacerse una prueba de ITS si presenta síntomas, pero este no es el caso. De hecho, muchas ITS pueden ser asintomáticas, especialmente en las primeras etapas. Como menciona Planned Parenthood, es recomendable hacerse una prueba regularmente si eres sexualmente activo, incluso si no tienes síntomas.

De acuerdo a Healthline, si tienes entre 15 a 24 años, deberías examinarte cada año. Si tienes esta edad, pero eres un hombre gay o bi, debes hacerte pruebas dos veces cada año. 

3. Prepárate para responder preguntas personales

Durante tu cita, el profesional de salud te hará preguntas sobre tu historial sexual y prácticas sexuales. Esto puede incluir la cantidad de parejas sexuales que has tenido y el uso de protección. 

Estas preguntas, aunque pueden parecer invasivas, son esenciales para determinar qué pruebas específicas necesitas. El grupo de centros médicos, The Sexual Health Hub, destaca que ser honesto y detallado en tus respuestas ayuda a obtener los mejores resultados para tu salud.

4. Evita orinar antes de la prueba

Si te realizan una prueba de orina, es importante que no orines al menos una hora antes de la prueba. Según la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, esto garantiza que haya suficiente muestra para detectar cualquier infección. 

  1. Lleva una lista de preguntas

Es normal tener dudas y preocupaciones antes de una prueba de ITS. Llevar una lista de preguntas puede ayudarte a no olvidar nada importante durante tu cita. Pregunta sobre los tipos de pruebas que se realizarán, el tiempo que tardarán los resultados, y qué hacer si resultas positivo. Healthline sugiere que estar bien informado te ayudará a sentirte más tranquilo.

6. Sigue las recomendaciones de tu médico

Una vez que recibas tus resultados, tu profesional de salud te explicará el tratamiento adecuado. Es crucial seguir sus instrucciones al pie de la letra para tratar la infección correctamente. 

Planned Parenthood recomienda que le cuentes a tus parejas sexuales sobre los resultados para que también puedan hacerse las pruebas y recibir tratamiento si es necesario.

Siguiendo estos seis tips, podrás afrontar tu primera prueba con más confianza y tranquilidad. Recuerda que cuidar tu salud sexual es una parte esencial de cuidar de ti misma. ¡No lo dejes para después!

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