Si la higiene en el sexo es importante, la higiene para el sexo oral no es la excepción. Si eres cuidadosa y limpias bien los cubiertos antes de llevarlos a la boca en un restaurante público, esperamos que tengas los mismos estándares para tu pareja.
Más allá de los olores, fluidos y sensaciones pegajosas que podría dejar el sexo oral, tienes que recordar que una buena higiene bucal antes del sexo oral o después de este, puede prevenir infecciones o enfermedades.
De acuerdo al Servicio Nacional de Salud de Estados Unidos (NHS), estas son la infecciones que puedes contraer por sexo oral:
- Gonorrea
- Herpes
- Sífilis
- Virus del Papiloma Humano (VPH)
- Clamidia
- Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)
- Hepatitis A, B, C
- Verrugas genitales
- Pediculosis púbica (piojos en el vello púbico)
Aunque muchas de estas infecciones pueden pasar desapercibidas, incluso algunas ni te van a dar síntomas, si se presenta un caso grave, estas ITS pueden volverse enfermedades. Por ejemplo, algunos tipos de VPH pueden desarrollar cáncer de garganta.
Eso no significa que debas privarte del sexo oral si es un práctica que te gusta hacer (o que te hagan). El objetivo es que puedas entender por qué debes realizarlo con responsabilidad y teniendo algunas precauciones.
Pequeñas acciones hacen toda la diferencia para cuidarte y mantener una buena salud sexual. Aquí te dejamos una guía completa de cómo hacerlo correctamente.
Antes de tener sexo oral
Comencemos con los preparativos de higiene para el sexo oral.
Limpia el área de trabajo. Una buena ducha con un jabón neutro será suficiente. Neutro, no de esos que huelen a bosque encantado, ya que sus químicos pueden causar irritaciones o enrojecimiento.
Si tienes vulva, limpia bien los labios. Si tienes pene y no está circuncidado, jala cuidadosamente la piel hacia atrás para limpiar la parte baja de la cabeza del pene, explica el sitio médico Medical News Today.
Si no tienes acceso a una ducha, limpia bien tu zona íntima con toallas húmedas.
Consulta el estado de ITS de tu pareja. Aunque no es uns conversación fácil, ni muy sexy para tener en el momento, lo mejor es que ya sepas si tu pareja tiene alguna infección. Si no conoces a la persona, analiza bien los riesgos para tomar más medidas de seguridad.
Chequea la salud de tu boca. Si tienes cortes, heridas o infecciones en tu boca que se puedan infectar, lo mejor es evitar la práctica hasta que sanen, explica la internista especializada en prevención de enfermedades, Erika Schwartz.
Higiene durante el sexo oral
La mejor y más importante recomendación para una buena higiene durante el sexo oral es esta:
USA CONDÓN O BARRERAS ORALES
De acuerdo a los estudios, usar condón correctamente previene las infecciones de transmisión sexual en un 95% si se usan correctamente. Las barreras orales también reducen significativamente el riesgo de contraer una ITS durante el sexo oral.
De todas las recomendaciones que te podemos dar, esta es la que deberías priorizar. Especialmente si no conoces el historial de la persona que te va a practicar o a la que vas a practicar sexo oral.
Higiene bucal después del sexo oral
Ahora que ya hablamos de la higiene para el sexo oral, hablemos de qué hacer después.
Lo primero que recomienda el Hospital Internacional VinMec es volver a limpiar el área de trabajo. Limpiarse la zona íntima después del sexo oral evita el crecimiento de bacterias, remueve los olores o lubricantes que pudiste usar, y previne la cistitis, una infección causada por bacterias que entran por la uretra.
Si no puedes ducharte, limpia el pene o la vulva con toallitas húmedas.
Ahora hablemos de la preocupación más común: el aliento. De acuerdo a la dentista Vanessa Creaven, lo mejor es no lavarte los dientes o usar hilo dental apenas terminado el acto. La razón es que muchos cepillos de cerdas duras o el hilo pueden generar cortes en la boca que aumentan el riesgo de ITS.
Para el aliento es mejor usar un enjuague bucal y si vas a cepillarte los dientes, hazlo con un cepillo de cerdas suaves. Después de un par de horas puedes cepillarte y usar hilo dental con naturalidad.
Ahora sí, estás lista o listo para comer responsablemente y cuidar tu salud bucal durante todo el proceso.