313 es la nueva canción de Residente y aunque la canción es muy clara en su mensaje, tanto la canción como ambos videos musicales guardan simbolismos poderosos sobre la vida personal de Residente. 

El video oficial cuenta con la participación de la violinista Noemi Gaspariniy la actriz española Penélope Cruz. De acuerdo al medio, El Mundo, la locación es el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso en Segovia. 

Sin embargo, Residente también hizo un segundo videoclip en colaboración con el Museo del Prado en Madrid. Este video, que parece inspirado en el video de la canción Apeshit de Beyonce y Jay Z (que se grabó en el museo Louvre de París), es “un canto a la belleza de lo efímero ante la inmortalidad del arte», de acuerdo a la cuenta oficial de X del museo. 

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I Accept

En esta nota te contamos qué símbolos esconde esta canción y qué se puede esperar en el nuevo álbum del rapero puertoriqueño. 

¿Por qué la canción se llama 313?

De acuerdo al mismo Residente, el número 313 es un número que relaciona con su difunta amiga Valentina Gasparini, a quién también le dedica la canción. 

De acuerdo a Residente, los últimos mensajes que se mandaron entre ellos fueron enviados a las 3:13 y desde su suicidio, Residente cuenta encontrarse con ese número en otras áreas de su vida.

En la canción se pueden escuchar frases como: “ojalá y que los finales olvidaran terminarse” o “aunque no quiera los ayeres son de hoy”, que simbolizan el deseo de que las cosas duren para siempre, pero lastimosamente todo termina. 

Incluso en el video oficial, Residente actúa de un ser al que el tiempo le arranca la voz para darle vida a otra persona. 

En la canción también participa Noemi Gaspariniy, hermana de Valentina que también es violinista.

El nuevo álbum

La nueva canción de Residente forma parte de un proyecto más grande llamado Las letras ya no importan, que salió en febrero de este año.

El disco, de acuerdo a una entrevista de Los Angeles Times con Residente, es una obra maximalista donde el rapero prioriza su gusto musical y su visión, comparado con sus otros disco donde intentaba “ser más accesible”.

Algunos de los temas que se tratan en el álbum son la represión en Latinoamérica, la resistencia de pueblos como el de Palestina y sobre “la ironía” de vivir en Puerto Rico, porque aunque sean una colonia de un país “del primer mundo”, sus condiciones de vida no mejoran.

Incluso la portada ha desatado algunas teorías sobre qué significa realmente el título del álbum. En la portada se puede ver la mano de residente tocando una mano robótica, como la famosa pintura La creación de Adán de Miguel Angel.  

Algunos fans creen que esto simboliza la música creada por inteligencia artificial, que ya no requiere de músicos y compositores para existir. Es decir “las letras ya no importan”, porque la nueva música, no las necesita. 

Este es el segundo disco como solista de Residente, el primero lo sacó hace siete años. 

El álbum tiene diferentes colaboraciones con artistas puertorriqueños como Raw Alejandro y Ricky Martin. También tiene colaboraciones con el cantante mexicano Nodal.

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