El Internet y los teléfonos inteligentes nos han dado muchas cosas maravillosas. Los mensajes fuera del horario laboral no son una de ellas.

De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Virginia Tech, desde la pandemia del covid-19, la fea costumbre de mandar mails del trabajo a toda hora ha incrementado

Por esto, el estudio indica que hemos desarrollado la ‘e-ansiedad’ o la preocupación anticipada de que llegará un mensaje fuera del horario laboral que hay que responder.

Este fenómeno no es tan nuevo. En un estudio de 2016, se determinó que solo el 24% de los trabajadores no responden estos mensajes. El 76% siempre están conectados de alguna manera. 

Jonathan, un abogado británico, le contó a The Guardian que incluso en medio de una atracción turística durante sus vacaciones revisaba el celular

Cuando su pareja le hizo caer en cuenta que no había nada que pudiera hacer desde tan lejos, él le dijo que necesitaba saber si había algo que pudiera responder.

Otro estudio reveló que desde la pandemia del covid-19, el horario laboral se extendió 48.5 minutos en promedio en Europa y Estados Unidos ¿Qué esperanza nos queda en América Latina?

Sí, no se necesita una encuesta para saber que un mail de trabajo en un domingo no es bienvenido con buena cara. Sin embargo, los estudios demuestran que las constantes notificaciones afectan a tu salud mental más de lo que crees

 

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Más mensajes, más estrés

De acuerdo al estudio de la Universidad de Virginia Tech, el daño no se trata solo de el constante ding en la noche o apenas empiezas el día, sino el estrés que provoca saber que eso pasará.

Es como estar en un constante estado de alerta. No puedes relajarte porque no sabes cuando van a necesitarte.

Además, de acuerdo al profesor William Becker, quien realizó el estudio, si los mails de trabajo vienen por parte de un supervisor o jefe, las consecuencias son peores. Saber que tu jefe trabaja los fines de semana o hasta las 11 de la noche te hace sentir que tu deberías hacer lo mismo

No importa cuál sea la política de la empresa, si la persona a cargo no pone excusas ¿por qué tú sí? Entonces vuelves a abrir tu mail una vez más.

Productividad hasta el piso

Después de 50 horas, la productividad disminuye considerablemente, explica la entrenadora en productividad Maura Thomas

“A veces lo mejor que puedes hacer por el trabajo, es no trabajar”, dice Thomas. 

El descanso y la desconexión son las únicas formas en las que vas a mantener tu creatividad, pensamiento crítico, habilidades de comunicación y otras aptitudes por las que te contrataron en primer lugar. 

Tal vez dices “bueno, yo no trabajo fuera de horario laboral, solo respondo mensajes.” Pues de acuerdo a Maura, eso también es trabajo. Si estás pendiente de tu celular o computadora, no le permites a tu cerebro desligarse y así pensará que sigue trabajando constantemente

Empeora tu vida personal

Así como Jonathan, el abogado del que te contamos antes no estaba presente en sus vacaciones, los constantes mensajes de trabajo fuera del horario laboral pueden quitarte atención de otras cosas igual de importantes. 

Por ejemplo pasar tiempo en familia, conectar con tu pareja, conversar con un amigo o disfrutar eventos especiales como un concierto o un cumpleaños.

Como consecuencia, puedes tener más peleas dentro de tu núcleo familiar y terminar en frustraciones

Además, pones tu vida en riesgo. 

En el estudio de 2016, se reportó que los participantes que pasaban chequeando los mails de trabajo, estaban en riesgo de sufrir accidentes mientras manejaban, cocinaban, o hacían otras actividades sin prestarles atención. 

 

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Cómo dejar de contestar mensajes de trabajo dura del horario laboral

  1. Desactiva las notificaciones pasada cierta hora. Si no hay carnada, no hay tentación
  2. Establece horarios. En vez de tener las ventanas del mail, Slack, Zoom y Whatsapp abiertas, establece horarios para revisar cada una. Por ejemplo, chequear el mail cada dos horas. 
  3. Hazte responsable. Cuando no estableces límites estás invitando a la gente a abusar de tu espacio. Haz un esfuerzo por desconectarte por lo menos el fin de semana. Notifica a tus compañeros que no te contacten y tú tampoco lo hagas con ellos. 
  4. Puedes seguir cuentas que te ayuden a comunicar asertivamente tus necesidades. Algunos ejemplos son: Self Help Sonya o Loe Whaley

 

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