No querer desperdiciar ni un minuto del día. Buscar cosas por hacer todo el tiempo y sacarle el jugo al tiempo. Hay casos en los que la búsqueda constante por ser productivos se convierte en una obsesión y un problema para nuestra salud mental. Se llama cronopatía y aquí te explicamos qué es, cómo identificarla y qué puedes hacer para no caer en estas prácticas.
Resulta que existe una delgada línea entre la productividad y la obsesión por ocupar nuestro tiempo. Es una condición bastante común, por eso no es extraño escuchar frases como “me hacen falta horas en el día” refiriéndose a todo lo que debemos y queremos hacer, pero no siempre alcanzamos.
La cronopatía es literalmente el sufrimiento por el tiempo, explica el instituto psicológico español Claritas.
¿Cómo se siente la cronopatía?
Estrés, ansiedad, tensión emocional, sentirse inútil o irresponsable y pensar todo el tiempo en cosas que debemos hacer. De acuerdo con el portal de información y recursos psicológicos Psicología y Mente, así se siente la cronopatía.
El sitio web experto explica que no llega a ser un trastorno mental, pero sí un problema cada vez más común y normalizado al que debemos prestar atención.
Por ejemplo, durante la pandemia de Covid-19 se decía mucho que las personas que procrastinan o que no tenían suficiente tiempo por fin encontrarían el espacio para sacar adelante todos sus proyectos, leer todos los libros que habían querido, aprender a cocinar, hacer manualidades, arreglar la casa y cumplir con muchas metas para las que no habían encontrado el momento, durante el confinamiento.
Estas exigencias sociales crearon más estrés en muchas personas que sentían que debían probarle al resto que aun estando encerrados en casa, en medio de una pandemia, debían aprovechar el tiempo y mostrar qué tan productivos podían ser.
Y se dejó de lado el cuidado de la salud mental, el tiempo para descansar, para asimilar todo lo que estaba pasando, para entender qué estábamos sintiendo.
Otro signo de que estamos cayendo en esta obsesión es el sentirse culpable por tener momentos de ocio, de descanso o de hacer absolutamente nada. También repasar constantemente una lista de tareas pendientes, ya sea que la tengamos escrita o presente en nuestra mente todo el tiempo.
Las personas con cronopatía, que recordemos que no es una enfermedad pero sí una condición, pueden llegar a sentir que el tiempo está distorsionado, que pasa demasiado rápido o al revés, muy lento.
Y mientras piensan y se agobian todo el día con los pendientes que tienen, pasa el tiempo y al final no logran concentrarse y terminarlos, lo cuál claramente genera más y más angustia.
Consecuencias de la cronopatía
Obsesionarnos con el tiempo y la productividad primero genera más estrés y segundo, entre más tiempo pasamos abrumados pensando en cómo aprovecharlo, más nos estancamos e irónicamente, terminamos perdiendo el tiempo.
@tulibertadvital La cronopatía, también conocida como «la enfermedad del tiempo», es una condición en la que la percepción del tiempo se ve alterada, llevando a quienes la experimentan a una constante sensación de urgencia oa la incapacidad de gestionar el tiempo de manera efectiva. Esta malévola afección puede manifestarse como una ansiedad persistente debido a la percepción de que el tiempo se escapa rápidamente, generando estrés y dificultades para disfrutar plenamente del presente. A menudo, aquellos afectados por la cronopatía se encuentran atrapados en una espiral de preocupaciones sobre el futuro, perdiendo de vista la oportunidad de apreciar el momento actual. #cronopatia #suelta #liberate #vozinterior #inseguridad #evolution #inspiracion #disfrutalavida #tulibertadvital #marianrojasestape #comohacerquetepasencosasbuenas ♬ Stories 2 – Danilo Stankovic
También el resultado final de esas tareas puede no ser el esperado. O sea, pasamos tanto tiempo preocupándonos, que al final no pudimos dedicarle el esfuerzo que algunos proyectos o tareas requerían y resulta en algo incompleto o de menor calidad.
Otra consecuencia de la cronopatía es estar todo el tiempo de apuro y no dedicarle atención y tiempo de calidad a las cosas que lo merecen. Como una salida con amigos, o una cita con nosotros mismos. O por ejemplo hacer una pausa y tomar un café, leer un libro, ver una película, dormir más. Todo por sentir que ese tiempo, que es importante para tu tranquilidad y salud mental, se podría aprovechar en otras cosas.
El apuro constante también hace que prestemos menos atención a los detalles, no pensamos con claridad lo que estamos haciendo, y que las decisiones tomadas sean más en función al tiempo que a las situaciones.
Y no hay que dejar de lado que esta constante preocupación y obsesión termina aumentando los niveles de ansiedad y depresión, según el el instituto Claritas. Esto puede llegar a resultar en una desconexión de nuestras emociones.
¿Cómo tratar la cronopatía?
Algunos tips de expertos para gestionar el tiempo de manera productiva, pero sin caer en obsesiones para nada saludables son:
- Organizar una agenda o calendario con reuniones, compromisos y obligaciones y fijarse en siempre dejar algo de tiempo para descansar, pensar y no saturarse.
- Siempre, siempre, siempre considerar ese espacio para descansar y desconectarse de las obligaciones.
- Dejar espacios de tu día sin nada planificado, es un reto y te saca de tu zona de confort pero ayuda entender que no todo debe ser planeado y le das espacio a la espontaneidad.
- Pensar más en el proceso que en el resultado. Disfruta tus actividades, así sean menos al día.