Hombres y mujeres no escogen a sus amigos de la misma manera. Aunque cada amistad es única, sí existen diferencias claves en qué es lo más importante para cada género a la hora de hacer amigos. 

El psicólogo y antropólogo Robin Dunbar lo resume en esta frase “a ellas les importa quién eres, y a ellos qué eres”. Pues la diferencia principal se encuentra en la intensidad de sus relaciones. Las mujeres quieren amistades con las que puedan conectar emocionalmente, mientras los hombres buscan con quien compartir sus actividades y que eleven su estatus. 

En esta nota te contamos cómo se ven estas diferencias en el día a día y sobre todo, cómo es que llegamos hombres y mujeres a elegir a nuestros amigos de esta manera. 

Diferencias entre hombres y mujeres para hacer amigos

escoger amigos

La primera diferencia, de acuerdo a la psicóloga forense Tarra Bates-Duford, es que los hombres tienen amistades basadas en una actividad. Es decir, los amigos del fútbol, los amigos con los que juegan LOL o con los que escalan cerros los domingos. 

A este tipo de amistad, Aristóteles la llamaba amistad de placer, ya que se enfoca en buscar junto a otra persona, un mismo tipo de experiencia. 

Las mujeres, por otro lado, tienen amistades que se basan en la intimidad emocional. O sea la amiga con la que puede hablar de sus problemas, la amiga con la que puede llorar o con la que puede desahogarse de sus dramas amorosos. 

La segunda diferencia está en la cantidad vs. la calidad de esas amistades. Los hombres, suelen ser mucho más de grupos donde todos se llevan con todos, pero la intensidad de esas amistades es baja. Para el psicólogo Dunbar, esto explica por qué las amistades de los hombres son más relajadas y casuales. Los hombres tampoco exigen ni esperan mucho de sus amigos.

En cambio las mujeres suelen ser amigas solo de ciertas mujeres dentro de un grupo, pero la intensidad de esa amistad es mucho más alta, explica Dunbar. Como sus conversaciones sí son más íntimas y emocionales, por eso pueden recordar con más detalle todo lo que hablaron la noche anterior. Los hombres en cambio no conversan de temas tan profundos y por eso, genuinamente dice “no me acuerdo” cuando preguntas de qué hablaron ayer. 

Sin embargo, para Dunbar, cuando los hombres llegan a cierta edad, suelen abandonar sus grupos y se quedan con uno o dos amigos con los que se sienten tranquilos y consideran sus mejores amigos. 

La tercera diferencia es la función que cumplen esos amigos. En una serie de estudios de la psicóloga Keelah Willams se determinó que si hombres y mujeres tuvieran que escoger las cualidades más importantes en sus amigos, los hombres escogieron amigos que les den estatus y los ayuden a conseguir parejas. Las mujeres, por otro lado, priorizaron amigas que le den apoyo emocional. 

 

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¿Por qué existe esta diferencia?

Para el profesor de psicología Frank McAndrew, estas diferencias son el resultado de la evolución. En el pasado, los hombres viajaban más en grupos para poder cazar. Mientras que las mujeres debían quedarse en casa recolectando comida y cuidando a los niños. 

Además, en los grupos de hombres, los hombres que tenían más habilidad para cazar y eran más fuertes, eran más valiosos. Por lo que ser considerado amigo del cazador más pro de la tribu te daba más confianza y seguridad.

No es muy diferente a lo que vemos ahora cuando en el colegio todos los chicos quieren llevarse con el más popular de cualquier equipo.

La historia de las mujeres es un poco más compleja. McAndrew explica que las mujeres estaban sometidas a la patrilocalidad, que consistía en abandonar su tribu para ir a vivir en la tribu del hombre cuando eran pareja. Aunque a veces este cambio era voluntario, la verdad es que en la mayoría de casos las mujeres eran secuestradas durante peleas y forzadas a vivir en una comunidad desconocida. 

Para sobrevivir, las mujeres tenían que ser más astutas y por eso debían ser más cuidadosas para elegir amigas. Es decir tenían que saber quién era leal, con quien podían confiar y quién en verdad iba a ser un apoyo.

Además necesitaban “chismear” más porque solo así sabían de quién podían obtener información beneficiosa sobre las leyes de la tribu, las nuevas normas, y así saber qué hacer en el caso de disputas en la tribu. Estas mujeres tenían que ser sus nuevas hermanas, madres o primas. 

Eso lo puedes ver hasta ahora en el cuidado a los detalles que tienen las mujeres para dar regalos o acordarse de una fecha especial. De acuerdo a McAndrew, esta es una forma de decir “me importas y soy leal a ti, porque tú y yo ahora somos familia”. 

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