Estos días nos encontramos con un video que analiza, muy a profundidad, el lenguaje corporal entre Taylor Swift y su nuevo novio Travis Kelce, y nos preguntamos si en realidad nuestro cuerpo puede delatar lo que sentimos, y que muchas veces tratamos de ocultar 🤔.
Entonces, descubrámoslo juntos.
Primero, el video en cuestión:
La forma en la que tocamos a alguien, así sea un brazo o una rodilla, la forma en que sonreímos y hasta nuestro tono de voz podría revelar el tipo de relación o las intenciones que hay entre dos personas, asegura el Ph.D Ronald E. Riggio. Por ejemplo si estamos coqueteando con alguien o si ya somos bastante cercanos e íntimos.
Todas estas expresiones se conocen como lenguaje no verbal y, de acuerdo con Vanessa Marzán Toro, especialista en este campo, es parte de nuestro instinto animal y no lo podemos controlar porque muchas veces ni nos damos cuenta de lo que estamos comunicando. «Nuestra especie necesita comunicar y conectar continuamente con el cuerpo» explica la experta a CNN.
Marzán además dice que, la comunicación no verbal, o el lenguaje corporal, «equivale al 97% del impacto de cualquier mensaje».
Es decir, casi todo lo que comunicamos, no lo hacemos con palabras. Y sí, nuestro cuerpo nos delata.
Claves del lenguaje corporal
Primera clave: los hombres y las mujeres nos comunicamos diferente.
Psychology Today explica que las mujeres, por ejemplo, coquetean bajando el tono de voz para que sea más suave, y los hombres comunican la misma intención pero por medio de la cercanía física.
Ángel Luis Guillén Torregrosa, psicólogo y sexólogo, añade que las mujeres expresan seducción cuando se muerden los labios o al jugar con el cabello. Fun fact: lo del cabello es porque así canalizamos el nerviosismo, según el experto.
Y la experta en comunicación estratégica, Vanessa Marzán Toro, dice que cuándo un hombre está interesado en una mujer, busca cualquier excusa para hacer contacto físico con ella, como acomodarle el cabello, tocarle el hombro, gestos pequeños.
De acuerdo con Psychology Today, cuando hay amor de por medio, las personas tienden a mantener sus cuerpos más cerca el uno del otro. Pararse frente a la otra persona inclinado hacia delante es una muestra de apertura e interés, mientras que, según Guillén, cruzar los brazos, por lo general, es una indicación de rechazo.
Y otra señal no verbal de enamoramiento es la cantidad de tiempo que las personas mantienen contacto visual mutuo. Guillén recalca que «cuando existe este interés de acercamiento la mirada se realiza desde una posición de frente al otro».
Otro tema es la sonrisa. Para el psicólogo, cuando alguien le sonríe constantemente a otra persona «es un signo claro de que la persona está a gusto, se siente bien y muestra una apertura hacía el otro».
Ahora, si ya nos queremos fijar hasta en los detalles más sutiles, ladear la cabeza, asentir y cabecear son movimientos que nos hace sentir que estamos siendo comprendidos y que hay afinidad, explica el sexólogo.
Y algo mucho más específico, explica Marzán Toro, es que las personas tenemos tres ejes de atención: el pecho, los pies y la cara. Cuando una persona tiene estos tres ejes alineados a los ejes de la persona que le gusta, esto significa que le está dando toda su atención.
