Cuando pensamos en alucinógenos, pensamos en una experiencia mística apta para aventureros, no siempre en hongos mágicos para curar la depresión.
Pues desde la anterior década, los alucinógenos han vuelto a ser el centro de interés de muchos científicos y el enemigo número uno de la guerra contra las drogas. Pero ahora parece que la ciencia y las políticas públicas quieren llegar a un acuerdo y traernos la primera pastilla de hongos alucinógenos.
Retrocedamos un poco para darte contexto. De acuerdo a la revista de investigación National Geographic, el químico Albert Hoffman descubrió los alucinógenos por accidente en su laboratorio en 1938. De hecho, de esta imprevista experiencia nace el LSD. Te contamos toda su historia en nuestro artículo ¿De qué está hecho el LSD?.
Años más tarde, en 1955, una pareja estadounidense viajó a México para participar en las ceremonias de hongos mágicos. El esposo, Gordon Wasson, asegura que fueron la primera gente blanca en ser parte del ritual. Su historia apareció en Life Magazine y se convirtió en sensación.
Es que las culturas mesoamericanas ancestrales siempre han recurrido a plantas y raíces como medicina y ritualidad.
Durante los 60s, los científicos investigaron el potencial de los hongos mágicos para curar la depresión y tratar la esquizofrenia. Sin embargo llegó el presidente Nixon de Estados Unidos y dijo: “las drogas son malas” y sin más, los psicodélicos se prohibieron. Fue uno de los errores históricos que más le han costado a la humanidad: décadas de guerra contra la drogas siguen costando miles de millones de dólares y vidas.
Pero los tiempos cambian y los hongos mágicos han vuelto. La primera pastilla de hongos alucinógenos está a la vuelta de la esquina.
¿Cómo se hace la pastilla de hongos alucinógenos?
¿Recuerdas lo que te contamos sobre Gordon Wasson?
Pues su testimonio le prendió el foco a Albert Hoffman (el mismo que descubrió y sintetizó el LSD).
Hoffman consiguió 100 gramos de hongos traídos de México y logró sintetizar el ingrediente activo de los hongos: la psilocibina. Todo esto lo puedes encontrar en una entrevista que hizo Hoffman en 1984.
Actualmente, los laboratorios usan la misma teoría. Sarah Neumann, que trabaja en micología (la ciencia que estudia hongos), explica que para hacer sus pastillas, debe cultivar los hongos, escoger los mejores candidatos (paso que toma 6 meses), después extraer la psilocibina en forma de tejido y molerla hasta hacerlo un polvo que no se daña.
No termina ahí. Después, se eliminan las impurezas en el extracto. Lo que queda, se coloca en una cápsula que tiene estabilizadores. Si todo sale bien, el resultado es una píldora para aliviar la depresión.
¿Cómo? Te lo contamos a continuación.
¿Cómo actúan las píldoras de psilocibina?
De acuerdo a los estudios realizados, cuando la psilocibina actúa en una parte del cerebro llamada córtex prefrontal. Esta área del cerebro está encargada de la percepción y el humor.
Ahí la psilocibina se adhiere a los neurotransmisores que producen la serotonina, una hormona que regula tu estado de ánimo. No solo eso, sino que la imita y la hace más potente.
Además, otro de sus grandes beneficios es la duración de sus efectos.
Un estudio publicado por el Instituto John Hopkins, demostró que los efectos de los hongos mágicos para curar la depresión son más prolongados y rápidos que los antidepresivos tradicionales.
En este estudio, después de 2 dosis, 4 semanas y acompañamiento terapéutico, la mitad de los pacientes ya estaban recuperados.
El éxito de estos estudios ha sido tal que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ya aprobó que ciertos medicamentos pasen a la fase 2 de pruebas. Esta fase puede durar hasta 2 años.
Y la psilocibina no es la única sustancia que está siendo investigada. El compuesto activo del éxtasis o MDMA, también se usó en pacientes con trastorno de estrés postraumático como veteranos de guerra o víctimas de agresiones sexuales.
En los estudios, después de tres sesiones, dos tercios de los participantes ya no entraban dentro de la categoría de personas con estrés postraumático. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos también permitió que estos medicamentos pasen a la fase 3 de pruebas.
De acuerdo a los investigadores, si estas pastillas de psilocibina se aprueban, serían el mayor avance para la salud mental desde la década de 1990, cuando se lanzó el antidepresivo Prozac.
