Ser perfecto es imposible, dicen por ahí. La perfección no existe y sería inútil tratar de alcanzarla. Al mismo tiempo, cada vez que abrimos Instagram o TikTok, todo el mundo parece tener el trabajo perfecto, la relación perfecta o la apariencia perfecta.
¿Cómo lo hacen? ¿Es posible que tú no estés trabajando lo suficiente para conseguir tu vida de ensueño? Pues si le preguntas a la multimillonaria Kim Kardashian, la respuesta es sí. En una entrevista con la revista Variety, Kim aseguró tener el mejor consejo para las mujeres emprendedoras:
“Levanta tu c*lo, y ponte a trabajar. Parece que nadie quiere trabajar estos días.”
Pero tú sí trabajas, mejor aún, trabajas durísimo, siempre intentas mejorar. Tomaste cursos, hiciste talleres, te quedas hasta tarde, siempre eres puntual, nunca te equivocas ¿Por qué se siente como que no es suficiente? ¿Por qué a otras personas les va mejor?
Esa, mi amiga, es the perfectionism trap o en español, la trampa del perfeccionismo. Hoy vamos a explicarte por qué deberías evadirla y qué hacer para no caer en sus redes.
¿Cuál es la trampa de la perfeccionismo?
El canal de psicología School of Life, define a la trampa del perfeccionismo como una atracción tan intensa a la perfección que te ciega de ver maduramente los requisitos para conseguirla.
En otras palabras, the perfectionism trap es creer que para ser perfecto tienes que hacer todo perfecto, cuando en verdad los logros más grandes se construyen a base de fracasos.
Caer en esta trampa es muy fácil, si te encuentras ahí a veces ni siquiera es tu culpa. En su ensayo, The School of Life, sugiere que la mayoría de nosotros caemos en esta búsqueda por ser perfectos porque todo a nuestro alrededor es una versión editada que solo muestra lo mejor. Y nos oculta todos los errores, sudor, lágrimas que vinieron antes del resultado final.
Tu influencer favorita tal vez no sube videos sobre las dolorosas inyecciones para agrandar los labios, solo sube selfies mostrando el resultado de su nuevo maquillaje.
Tu amiga emprendedora está celebrando un año de su negocio, pero sabes las deudas que tuvo que asumir, las horas de trabajo extra que tiene todos los días y que el primer mes, nadie le compró uno solo de sus productos.
Solo vemos el resultado, no el proceso. Y por eso, sin darnos cuenta, asumimos que es fácil “ser perfecto”.
Consecuencias de querer ser perfectos
Aquí tenemos que dejar en claro que tener una motivación para superarte y ser mejor cada día no es algo malo. De hecho, es saludable. El problema es cuando buscamos “ser mejor que los demás”, en vez de buscar ser mejores para nosotros mismos, explica el artículo The Perfectionism Trap, del medio Medium.
Cuando cruzamos el límite sano del perfeccionismo es cuando los problemas aparecen. De acuerdo al servicio de mentores profesionales y académicos Cambridge Academic Performance, querer ser perfectos, sin fallar, puede resultar en:
- Perder el sentido de la individualidad. Es decir, no reconocer por qué, para qué, ni qué nos motiva o si nos gusta en verdad lo que hacemos.
- Desmerecer logros importantes. Si solo te enfocas en querer ser un chef, no aprecias el logro que es aprender hacer arroz, aunque sea un paso indispensable para llegar a tu meta.
- Sentir que nada es suficiente. Otra ironía en la trampa del perfeccionismo es que al no aceptar nada menos que tu estándar, todo lo que haces es un fracaso. No importa si es que igual no hiciste bien u otras personas te admiran por ello.
- No desarrollas habilidades importantes. Como la adaptabilidad, resiliencia, controlar emociones, analizar errores, o controlar el miedo.
- Salud mental por los suelos. No es un secreto, incluso la ciencia ha comprobado en estudios que la trampa del perfeccionismo puede llevar a ansiedad, depresión, incluso suicidio.
Cómo evitar caer en esta trampa
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Aunque seas inquieta y quieras salir de la trampa del perfeccionismo lo más rápido posible, la verdad es que es un proceso. Como todo proceso tiene sus logros y sus oportunidades de mejora, así que acepta que no verás un cambio de una día para el otro Y ESO ESTÁ BIEN.
Para ayudarte en este proceso, puedes seguir la recomendaciones por el servicio de psicología y consejería de la Universidad de Michigan:
- Escribe una lista con las ventajas y desventajas de buscar ser perfecto.
- Establece límites de tiempo a proyectos o actividades. Cuando el tiempo acabe, pasa a la siguiente actividad.
- Identifica los momentos en los que estás buscando perfección y corrige el comportamiento. Por ejemplo, si por no sacar la nota más alta te estás llamando “un fracaso” o “una inútil”, cambia la frase a algo como: “esta nota no va a interferir con mis planes de aquí a un año. No me define en absoluto.”
- Usa la técnica SMART (en inglés) cuando te traces objetivos:
Specific o específica: una meta clara y concisa. Ej: cocinar mis propios almuerzos
Medible: la meta y los logros deben poder medirse. Ej: cocinar mis propios almuerzos dos veces por semana para ahorrar 30 dólares al mes.
Asequible: debes tener los recursos para cumplir tu meta. Ej: cocinar con ingredientes que alcancen dentro de mi presupuesto.
Realista: tiene que tener probabilidades de éxito. Por ejemplo, si eres una persona muy ocupada, tal vez no puedas cocinar todos los días, pero sí una vez a la semana.
Tiempo: Pon un límite de tiempo. Ej: durante todo el semestre voy a cocinar mi almuerzo dos veces por semana, para ahorrar dinero.