Se cree que tomar antes de dormir te ayuda a dormir mejor. Al final, el alcohol es un sedante y pues los sedantes son conocidos por tumbar hasta la persona más hiperactiva del mundo. Sin embargo, es probable que después de una fiesta o una salida con amigas donde tomaste muy poco, hayas tenido la peor noche de tu vida sin poder dormir.
La realidad es que el alcohol sí puede ayudarte a dormir más rápido, pero te va a despertar varias veces durante la noche. O sea, no te va a dejar dormir del todo.
En esta nota te explicamos por qué sucede este fenómeno y cuántas horas deberías dejar pasar entre tu último cóctel y tu hora de dormir.
¿Por qué no puedo dormir bien cuando tomo alcohol?
Existen varias razones por las cuáles el alcohol no sirve para mejorar el sueño.
La primera razón de acuerdo al doctor en fisiología del sueño, Ian Colrain, es que el alcohol aumenta la frecuencia cardiaca o la cantidad de latidos que tienes en un tiempo determinado. Como seguro sabes, tu corazón late muy rápido cuando estás estresado, angustiado, alterado, nervioso. Ahora imagina irte a dormir en ese estado.
Puedes pensar que eventualmente la frecuencia cardiaca va a bajar. Sin embargo, Colrain descubrió en su estudio, que si tomas mucho alcohol (3 a 4 bebidas) la frecuencia cardiaca se eleva hasta por seis horas. Incluso si tomas poco (1 a 2 bebidas) sentirás este efecto por cuatro horas.
Créeme, no quieres perder de 4 a 6 horas de sueño.
La segunda razón es que, de acuerdo a los estudios, el alcohol crea un desbalance en tus ciclos de sueño, haciendo que despiertes más veces durante la noche. Como consecuencia al siguiente día te sentirás cansado y con sueño.
Esto nos lleva a la tercera razón. Si tomar alcohol antes de dormir daña tu calidad de sueño, es probable que al siguiente día quieras tomar café o energizantes para despertar. Pero al llegar la noche te vas a sentir sobre estimulado, por lo que ahora necesitas un sedante. Para muchos ese sedante es el alcohol, explica Sleep Foundation.
De esta manera se genera un círculo vicioso de sustancias estimulantes y sedantes que van a crear insomnio.
La última razón te la explicamos en nuestro artículo ¿Sabías que el alcohol te hace roncar más? Si quieres un mini resumen: cuando tomas, los músculos de tu garganta se relajan, explica un estudio del 2020.
La epiglotis, que normalmente tiene una posición abierta para dejar pasar el aire, de repente ya no guarda tanta compostura. Como consecuencia, el flujo de aire no tiene tanto espacio.
Para compensar esta dificultad, el cuerpo te fuerza a respirar mucho más fuerte creando vibraciones en la piel del esófago.
A estas vibraciones se las conoce como los ronquidos.
En conclusión, tomar alcohol antes de dormir no sirve para mejorar el sueño. Si tienes problemas a la hora de descansar tenemos algunos tips para ti en nuestro artículo 5 prácticas fáciles para mejorar tu reposo nocturno.