Tomar por el ojo no es una gran idea. Sí, tal vez lo viste en alguna película como Sexo en Ibiza/Kevin and Peery go Large (2000), pero eso no significa que los efectos que promete la películas son reales.
Por si no lo sabías, el gran mito de tomar por el ojo es que el alcohol o hacer eyeballing, es que el alcohol se absorbe más rápido en tu sistema por las venas que rodean al ojo. Como consecuencia, te emborrachas más rápido.
Normalmente estos shots se hacen con vodka, de ahí su nombre: “vodka eyeballing”.
Sin embargo, la Academia Estadounidense de Oftalmología explica que la córnea es muy pequeña para absorber alcohol y darte ese efecto.
Además, asegura que las personas que lo han practicado suelen estar borrachas antes de intentar hacer el truco. Por eso confunden los efectos del uno con el otro.
Lo que sí puede hacerte un vodka eyeballing es dañar tu ojo.
Veamos cuáles son los riesgos de esta práctica.
Puede dejarte ciego
Tomar por el ojo puente promueve un proceso fisiológico llamado angiogénesis, indican los estudios.
La angiogénesis es cuando nacen nuevos vasos sanguíneos a partir de vasos que ya existen.
Aunque este proceso está regulado por moléculas, cuando la angiogénesis se sale de control, los vasos sanguíneos pueden crecer y crecer hasta hacerte perder la vista.
Te estás quitando la córnea
Ceri Jackson, del Instituto Real de Personas Ciegas, explica que el alcohol es demasiado potente. En algunas algunas operaciones de ojo, los cirujanos usan alcohol al 20%, en comparación el vodka tiene 40% de alcohol.
Como resultado, te estás destruyendo la capa externa de la córnea en menos de un minuto.
Puede infectar tu ojo
No hace falta decir mucho, pero compartir un pico de botella y luego ponerlo en tu ojo, es una invitación a que las bacterias se metan.
Recuerda que una infección bacteriana o viral, puede terminar en orzuelos o conjuntivitis.