El alcohol retrasa la eyaculación y eso puede ser bueno o malo, dependiendo de cómo lo tomes. De hecho, el alcohol en general puede ser un gran aliado para tener mejores experiencias sexuales si lo usas con sabiduría. Con muchísima sabiduría.
Por ejemplo, los estudios comprueban que el alcohol sube los niveles de testosterona en el sexo femenino. La testosterona es una hormona ligada al deseo sexual o la encargada de ponerte horny. Por eso cuando ya vas por tu segunda cerveza, tu pareja comienza a verse “más deseable.” Lo mismo ocurre en el sexo masculino.
Otros estudios han comprobado que tomar vino rojo EN CANTIDADES MODERADAS, incrementa el flujo sanguíneo en las zonas erógenas femeninas. Como resultado, hay mayor lubricación.
Es el juego previo hecho líquido y servido en un vaso, porque te pone en el mood correcto para hacerlo.
Sin embargo, el alcohol tiene otro poder si lo tomas antes de. Y es que el alcohol te hace durar más, pero si no abusas de él te va a hacer durar demasiado. Te explicamos cómo funciona.
El alcohol ayuda a no eyacular tan rápido
La doctora Madelaine Castellanos, explica que cuando tomamos nuestro cerebro se va “apagando”, y como resultado los nervios en nuestro cuerpo se acalambran. En otras palabras, ya no sienten tanto.
Si esos nervios no están funcionando normalmente, tu cerebro no puede detectar la suficiente estimulación para tener un orgasmo. Por lo que te tomará más tiempo alcanzar un clímax y en algunos casos puede no llegar a pasar.
Entonces ¿cuánto alcohol es lo moderado? Máximo 1 o 2 vasos de 350 ml. MÁXIMO. Repetimos MÁXIMO. M-Á-X-I-M-O.
Si sobrepasas esta cantidad la balanza se gira al otro lado y puede resultar en una experiencia desastrosa.
Los contras de tomar alcohol para lograr este efecto
Ok, eso de tomar dos tragos suena bastante bien, pero ¿cuál es el problema?
El primero, de acuerdo a la doctora Madelaine Castellanos es que todas las personas funcionamos diferente. Tal vez tú te sientas como nuevo después de tomar dos vasos de cervezas, pero existen otras personas que se emborrachan mucho más rápido.
Además, admitámoslo, una vez que empiezas a tomar, muchas personas no tienen el control de parar y se toman uno que otro trago de más. Esto es malo para tu vida sexual por dos razones:
Uno. Nunca deberías mantener relaciones sexuales con una persona que no puede dar consentimiento, como por ejemplo una persona que está borracha.
Dos. Tomar demasiado lleva el “durar más” al extremo o, como explica el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, tomar demasiado puede resultar en:
- Mal funcionamiento de los testículos
- Impotencia
- Infertilidad
- Disfunción eréctil
Muchas personas pueden apoyarse en el alcohol por ese sentimiento “excitante” del que hablamos en un inicio, y si esa persona eres tú, pues debes saber que hay mejores maneras de lidiar con la ansiedad que el alcohol.
Sí, un vinito puede ser un punto de inicio, pero si sientes que los nervios y la ansiedad van mucho más allá de lo normal, es mejor que busques ayuda de un terapeuta sexual y aprendas más sobre la ansiedad sexual. Este artículo puede ser un gran punto de partida.
