Si lo único que puedes pensar después de masturbarte es que la masturbación es mala y que acabas de cometer alguna infracción moral gravísima, bájale un poco a la preocupación.
La masturbación es un proceso natural del ser humano de explorar su cuerpo y su sexualidad, explica la psicóloga Agustina Soria.
Así que lo primero que vamos a desmentir es que es una especie de enfermedad o mala conducta.
Como todo lo que tiene que ver con la sexualidad, es una opción. Aunque sea algo natural, no es necesario que te masturbes y tampoco está mal que lo hagas.
De hecho, es tan importante en la salud sexual humana que hasta tiene un día internacional. Sí, el Día Mundial de la Masturbación es el 7 de mayo y comenzó a celebrarse en 1995.
Fue la doctora Joycelyn Elders la encargada de esta icónica fecha. Si no lo sabías, Elders fue la que valientemente dijo en una conferencia de las Naciones Unidas que la masturbación era un acto saludable y una gran manera de mantener a los jóvenes alejados del sexo inseguro.
Puedes imaginar el revuelo que causó, pero Elders tenía razón.
Varios estudios demuestran que los programas que enseñan la abstinencia como la única opción viable, no funcionan.
Pero no importa cuantos datos te lancemos, tal vez tienen preocupaciones específicas que te hacen sentir culpable después de masturbarte. Por eso, veamos algunas y qué tienen que decir los expertos sobre el tema.
Me siento culpable porque es ‘sucio’ masturbarse
Si desde pequeña te decían ‘sucia’, ‘cochina’ o tus papás se alarmaban cada vez que tocabas tus genitales, has vivido la experiencia latinoamericana por excelencia, explica la sexóloga Miriam Cáceres.
Aunque no sea exclusivo de América Latina, sentirte culpable después de masturbarte tiene mucho que ver con la creencia de que ‘es sucio masturbarse’.
Aunque no lo creas, las personas comienzan a autoexplorarse desde los 2 años.
Obviamente no con una connotación sexual. Un niño que se toca solo está descubriendo su cuerpo sin ninguna idea de sexo, incluso es una señal de buena salud, explica la sexóloga Agustina Soria.
La función principal de masturbarte, aparte de generar placer sexual, es conocerte a ti mismo.
Solo mediante la masturbación vas a aprender cómo llegar a un orgasmo, qué partes del cuerpo tienen más sensibilidad, dónde te gusta que te toquen, como te gusta que te toquen, entre otras cosas.
Incluso te va a ayudar en cosas más básicas. Mediante la masturbación puedes aprender a identificar las partes de tu órgano reproductivo.
Por favor, no llegues a ser adulta sin saber cómo se ve tu propia vulva.
Esto va a ser especialmente útil si decides tener relaciones sexuales con una pareja.
Pamela Stephenson, psicoterapeuta, declara que es realmente tú responsabilidad comunicar tus necesidades específicas.
No hay forma de que tu pareja sepa cómo complacerte si tú no sabes lo que quieres.
Me siento culpable porque tengo pareja
La creencia de que la masturbación es mala y que ya no debería suceder cuando tienes una pareja, es totalmente falsa, explica la sexóloga Miriam Cárdenas.
A veces creemos que somos como unos baldes, y que nuestra pareja nos tiene que “llenar”.
Pero no. De acuerdo a Cárdenas, la masturbación es un acto para conocerte a ti mismo y tener una salud sexual equilibrada. “¿Cómo le voy a enseñar a mi pareja a darme un orgasmo si yo nunca lo he tenido?”, dice la experta.
Ok, aquí hagamos una pausa. Muchas personas consideran que si su pareja se masturba, es infidelidad. De acuerdo a los estudios, el miedo más común es que su pareja disfrute más si lo hace sola o que la excluya de la actividad sexual.
Lo primero, de acuerdo a la Asociación Estadounidense de Consejería, es que la masturbación sí es un problema cuando alguien rechaza a su pareja por masturbarse.
Lo segundo, si consideras a la masturbación una infidelidad, dile a tu pareja.
NO ASUMAS QUE ELLOS DEBERÍAN SABERLO.
Además de acuerdo al mismo estudio realizado en 2007, las personas que tenían hábitos de masturbación saludables, de hecho estimulaban más las relaciones sexuales en pareja.
Me siento culpable porque mi religión me lo prohíbe
Si la masturbación es “buena” o no, depende de cada religión. Hay religiones que la consideran inmoral solo si es antes del matrimonio, otras lo ven mal si lo haces antes o después.
Para propósitos de este artículo, tomaremos a la religión Católica, pero los consejos se aplican a tus propias creencias.
En una entrevista sobre la masturbación entre el psicólogo Ricardo Cortés y el sacerdote Jurgen Daum, la primera cosa en la que están de acuerdo es que lo último que quieren es generar culpa en una persona que se masturba.
De hecho dejarte comer por la culpa, como explican ambos, puede provocar más ansiedad, conflictos en tu vida personal y dificultades en tus objetivos religiosos.
En su entrevista, ambos evitan tener una respuesta definitiva y absolutista sobre si la masturbación es buena o mala según sus estándares religiosos. Lo que sí sugieren es cuestionarte si esta práctica te acerca al desarrollo personal que estás buscando.
Por ejemplo, hay personas que genuinamente buscan una vida de abstinencia por decisión y felicidad personal. Así también hay muchas personas que, explorando su sexualidad, son la versión más auténtica de sí mismos.
Lo mismo sugiere la sexóloga Vanessa Marin. En su opinión, un paso para navegar la culpa después de masturbarte es hacer un análisis de qué es lo que crees realmente.
¿La masturbación es mala porque te lo dijo un pastor directamente, o es algo que aprendiste en el camino?
De hecho, Marin resalta que muchas religiones tienen textos que hablan muy vagamente o son contradictorios con respecto a ciertas prácticas sexuales. Por ejemplo, en la iglesia católica se acepta que no existe ningún pasaje en la Biblia que diga que la masturbación es mala. Aquí hay una explicación de la iglesia Grace Church.
La sexóloga Marin también explica que adoptar nuevas creencias, diferentes a la de la religión en la que creciste, es un proceso normal de ser adultos.
Lo importante es preguntarte por qué quieres tener esta nueva creencia y no solo decidir que ya no la quieres tener.
Por ejemplo, decir “quiero creer que puedo masturbarme”, no tiene tanto impacto como decir: “quiero creer que mi creador hizo mi cuerpo como es, y celebrar todas las sensaciones y su capacidad de placer es una forma de honrar mi cuerpo y el trabajo de mi creador.”
Por otro lado, si eres una persona que quiere firmemente no masturbarse, pero lo hiciste, el sacerdote Jurgen Daum tiene algo que decirte:
“Si caes en la masturbación, a pesar de estar luchando, no te quedes en la frustración, ponte de pie. Si te caes mil veces, mil veces te pones de pie (…) no cedas a la frustración, a la tristeza, a la decepción de ti mismo, al desánimo o al desaliento»
¿Ves? Quedarte en la culpa, incluso en la religión, no te lleva a ningún lado.