“Vamos a hacer amigas para siempre”, fue lo que dijeron todas tus compañeras el último día del colegio para después perder contacto en la universidad. Aunque no lo creas, lo mismo ocurre con tus amigos con hijos en el momento que te anuncian que están esperando un bebé.
Pero, ¿cómo? Si yo siempre quise ser tía, ¿cómo? Si un bebé no es un motivo de separación, es una bendición.
Aunque es posible formar parte de la vida de la nueva familia de tu amiga o amigo, la verdad es que las cosas no se mantienen igual. La amistad ahora se balancea entre padres que solo tienen tiempo y energía para su hijo, y amigas que quieren conectar a través de actividades que los nuevos padres ya no quieren/pueden hacer.
Suena un poco pesimista, pero es más común de lo que quisiéramos. En su controversial artículo, ¿Por qué nuestra amistad no puede sobrevivir a tu hijo?, la autora Allison P. Davis narra cómo pudo sentir que sus amigas más cercanas se alejaron en el momento que anunciaron sus embarazos.
Por otro lado, la autora Kawther Alfasi escribió para The Atlantic que después de dar a luz a sus hijos ya no podía asistir donde sus amigos, ni a su club de lectura. Es decir, su vida social disminuyó poco a poco.
En una encuesta de la organización Action for Children que se hizo a 2 mil padres, reveló que el 68% de los encuestados habían cortado comunicación con amigos, familia, o compañeros. Otro estudio de 2017 explica que los tres primeros años después de tener un hijo es cuando las amistades más se debilitan.
Pero ¿por qué es tan difícil mantener la misma conexión con tus amigos con hijos cuando tú no los tienes? Ahondemos más en el tema.
Un hijo recién nacido = cambio de prioridades
No es secreto que los bebés necesitan total atención y cuidado para sobrevivir, pero para quienes no tienen un bebé propio, es más difícil asimilar cuánta energía mental y física se requiere. En su columna para Huffpost, la madre Natalie Stechyson relata que mientras sus amigos sin hijos desayunaban a las diez de la mañana, ella ya estaba de pie tres o cuatro horas antes alimentando a su bebé y haciéndolo jugar.
Además, ciertas actividades como salir hasta tarde o tomar alcohol podrían ser letales para alguien que debe cuidar niños y vigilarlos cada segundo del día.
Pero más allá de no tener tiempo. La realidad es que ser padre o madre es una elección de vida totalmente diferente a la de no tener hijos y a veces esas dos realidades no congenian. Es como ir a la universidad, pero querer mantener amigos que siguen en el colegio. Simplemente no te van a entender y tú no los vas a entender a ellos.
Jess, fue una de las madres entrevistadas por Davis, quien admitió que después de tener a su hijo sentía que sus amigos sin hijos no la entendían y que le enfurecía que no podían ayudarla como ella necesitaba.
No fue hasta que Jess consiguió hacer amistad con otros padres que sintió que podía volver a formar parte de un grupo donde nadie la juzga por hablar constantemente de su bebé. Además recibe el apoyo que busca.
Natalie Stechyson resume su experiencia de la siguiente manera: aunque suene egoísta, a menos que seas un amigo que pueda aportar a ella y su hijo, la verdad es que no va a pasar tiempo contigo.
Es una posición tajante, pero cuando una vida depende de las acciones de tu día a día, la verdad es que tus amigos con hijos no van a priorizar tu amistad. Puedes adaptarte a ellos o tal vez puedan reconectar cuando ese niño tenga 18 años.
Cuando los amigos con hijos ya no son bienvenidos
Ahora veamos la perspectiva de los amigos sin hijos que extrañan a sus beffis que van rechazando sus invitaciones por quinta vez.
Sasha, una mujer sin hijos, dijo en una entrevista para The Cut que tuvo que pasar el duelo de perder a su amiga cuando fue a visitarla a ella y a su bebé. Sasha notaba que su amiga siempre respondía con fotos de su hijo y cuando se veían siempre iban a parques infantiles.
Para Sasha, como para muchos amigos sin hijos, llega un punto donde ese tipo de planes no resultan tan divertidos, ni satisfactorios. Es como ir a una cita con la persona que te gusta y su mamá. La señora puede ser divertida, pero no es a ella a quien vienes a ver.
Una lectora de The Guardian escribió para pedir ayuda sobre cómo conectar con sus amigas mamás. Ya que suele ocurrir que sus amigas le agradecen por ayudarles a cuidar a sus hijos cuando ella pensaba que estaban socializando.
Davis relata en su artículo que la desconexión con los planes “maternos” era tanta, que tuvo que huir de una celebración llena de padres e hijos porque no se sentía incluida. O a veces cuando pasaba tiempo con sus amigos con hijos, no podía evitar pensar con quién más podía salir.
En su blog La Antagonista, la madre y autora Orly Minazad defiende a los amigos con hijos diciendo:
“Mi mejor amiga de cuando era niña es soltera, viaja y trabaja. Ya no hablamos, ni nos enviamos mensajes de texto ni nos deseamos feliz cumpleaños. No tiene nada que ver con que esté casada y tenga un hijo. Tiene todo que ver con el hecho de que realmente ya no tenemos nada en común. Solo somos dos mujeres adultas con valores e intereses diferentes.”
Pero Minazad en realidad está aceptando que realmente sus hijos y su matrimonio sí tienen todo que ver. Pues son exactamente las decisiones de permanecer sin hijos o tener hijos las que son capaces de transformar a dos mejores amigas “en mujeres que ya no tienen nada en común”.
Tal vez la peor parte es que es inevitable. Los amigos con hijos tienen que dedicarse a sus bebés, no tienen otra opción. Los amigos sin hijos son los que deben tomar una decisión de aguantar una amistad donde por muchos años no serás importante, o aceptar que esa amistad simplemente nunca será igual.
A esto, se suma la constante crítica que deben aguantar las personas que no quieren tener hijos o que han aplazado sus planes para tenerlos.
“Ya vas a cambiar de opinión”, “debes apurarte antes de que pase el tren”, “es una bendición”.
No solo eso, en el artículo de Davis, varios padres cuentan anécdotas de cómo se ríen de los “problemas” de sus amigos sin hijos. Como si esos problemas no fueran grandes, importantes o válidos porque cualquier cosa es menor que los problemas de alguien que tiene hijos.
Eso aumentó en Davis la idea de que ya no pertenece al mismo grupo que sus amigas con hijos que cualquier día cambiarían una salida con ella por una cita de juegos para sus bebés.
¿Cómo mantener contacto con los amigos con hijos?
Estas son algunas recomendaciones de qué hacer si sientes distancia de un amigo con hijos de acuerdo al portal de psicología, Therapist.
- Sean honestas de lo que necesitan y lo que pueden dar
- Agenden con tiempo
- Sé realista sobre el tiempo que pueden pasar juntas
- No dejes de invitar a tus amigos con hijos aunque digan que no. No es personal
- Si pueden, véanse en persona
También está bien poner tus propios límites. Por ejemplo, Sasha, de quien hablamos antes, decidió que las salidas al parque de juegos no son lo suyo. Por eso siempre invita a sus amigos con hijos a cenar fuera de casa y si pueden, bien. Si no, será en una próxima, sin resentimientos.
Los hijos son una transición muy fuerte en la amistad, pero eso no significa que no puedas sobrevivir. Tampoco significa que debas aguantarla si sabes que tu lugar ya no está ahí.