¿La cerveza expira? La respuesta corta es no, pero eso no quiere decir que te libras de encontrar una cerveza dañada. Vamos por partes. 

Una cerveza está hecha de productos orgánicos que, como en cualquier otro producto o comida, pueden decaer con el tiempo, explica la compañía cervecera Firestone Walker. Sin embargo, a diferencia de la leche o el queso de tu refrigerador, la cerveza se hace con un proceso de fermentación que no permite que bacterias u hongos sobrevivan en el líquido.

Eso sí, entre más tiempo dejes pasar, los sabores van a cambiar totalmente. De acuerdo a la compañía cervecera Allagash, los aromas serán los primeros en irse gracias que son muy sensibles y se pierden más rápido. 

Otra razón por la que las cervezas pueden verse afectadas con el paso del tiempo es por la botella transparente, ya que son más propensas al daño de los rayos UV. Por eso pueden desarrollar un mal olor y sabor, explica Allagash. 

En resumen, una cerveza realmente no expira, pero sí pierde su potencia inicial con el tiempo. Por eso si compras una cerveza seguramente venga con una fecha de expiración, no porque luego sea insegura de tomar, sino porque tiene un rango de tiempo en el que sería ideal que la consumas. 

Pero ¿qué pasa si abres la cerveza y sientes que algo no está bien? Aquí te dejamos una lista de señales para identificar cuándo es mejor dejar esa cerveza de lado. 

 Cómo identificar una cerveza dañada

Uno. Cerveza con sabor a manzana verde o a pasto recién cortado

De acuerdo al cervecero y dueño de Alphabet City Beer Co., Zach Mack, si detectas estos olores, no significa una cerveza dañada, si no una cerveza que aún no está lista para tomar. La ciencia detrás de estos olores es un componente llamado acetaldehído que aparece durante la fermentación de la cerveza. 

Altos niveles de acetaldehído son la señal de que las células de la levadura aún no han madurado lo suficiente. Y no, no puedes coger esa cerveza y volverla a fermentar. Mejor déjala de lado y toma otra botella. 

Dos. Cerveza dañada por sabor a palomitas con mantequilla

El diacetilo es un químico natural que está presente en la cerveza, el café o la mantequilla, explica el portal de industria de alimentos Food News Latinoamérica

Algunas cervezas, como las de estilos Pilsner, tienen rastros de este sabor, explica Mack. Sin embargo, si tu cerveza no se supone que tenga esos tonos ‘mantequillosos’, es una señal para saber que una cerveza no está buena. 

Lo más probable es que tu bebida esté infectada por bacterias como los lactobacilos, explican los estudios, ya que las bacterias disparan los niveles de diacetilo.

De acuerdo a la revista cervecera Draft Magazine, tomar una cerveza infectada no representa un riesgo para la salud humana, eso sí, su mal sabor sí te puede marcar de por vida. 

Tres. Sabor a cartón 

 Cómo identificar una cerveza dañada

Si tu cerveza sabe a cartón líquido, no significa que tienes una cerveza dañada. Solo es una cerveza vieja. 

La forma de añejar la cerveza o el vino es exponiéndola al oxígeno, este proceso se llama oxigenación. De acuerdo a los estudios, el oxígeno descompone los componentes químicos de la cerveza generando diferentes sabores y olores. 

Sin embargo, si la cerveza tiene mucho contacto con el oxígeno, va a resaltar el sabor de un componente llamado trans-2-nonenal. El responsable de esa sensación de trapo mojado o de papel. Por eso recuerda, el oxígeno es el peor enemigo de la cerveza. 

¿Cuál es el tiempo ideal para tomar la cerveza?

Idealmente debes tomar tu cerveza en las fechas recomendadas en la botella. Sin embargo, de acuerdo al sitio médico Healthline, si tu cerveza ‘expira’ (se pasa de la fecha de la botella), estos son los tiempos recomendados para tomarla: 

  1. Cervezas pasteurizadas, selladas (normalmente las comerciales): de 6 a 8 meses pasada su fecha de expiración. Si la refrigeras, puede durar hasta 1 año.
  2. Cervezas artesanales o no pasteurizadas: consumir hasta 3 meses después de su fecha de embotellamiento. 

 

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