¿En verdad nos gusta el alcohol? O sea, su sabor es tan amargo que debemos mezclarlo con gaseosas y sus efectos nos hacen miserables todos los domingos por la mañana. Aun así siempre volvemos a él. 

Aunque a la generación Z no le gusta mucho tomar y cada vez nos moderamos más con los tragos, el alcohol está lejos de ser un hábito que vamos a perder. Pero ¿por qué es tan atractivo tomar? ¿Por qué no dejamos de hacerlo?

Resulta que varias investigaciones apuntan a que el gusto por el alcohol es heredado de nada más y nada menos que de nuestros parientes primates. Más que una bebida de sabor fuerte que nos pone chistosos, el alcohol es un elemento social e incluso religioso. 

En esta nota te contamos por qué los expertos creen que nacimos para tomar alcohol.

El contexto científico

sabor del alcohol

Allá por el 2014, el biólogo Robert Dudley publicó un libro titulado El mono borracho, por qué bebemos y abusamos del alcohol. En este libro explicaba su teoría de que a los humanos nos atrae el alcohol porque los monos y primates que vinieron antes que nosotros usaban el olor a alcohol para encontrar frutas nutritivas, fermentadas y maduras. 

La experta en primates, Christina Campbell, puso a prueba esta teoría en su estudio Dietary ethanol ingestion by free-ranging spider monkeys (Ateles geoffroyi), y descubrió que los monos araña de Panamá, efectivamente comían frutas con un grado alcohólico de hasta el 2%. 

Eso es como tomarse la mitad de una lata de cerveza Bud Light.

Pero no te preocupes, los monos araña no andan por ahí buscando emborracharse porque les gusta el alcohol. Sino porque las frutas maduras tienen más calorías y eso les da más energía.

Aún se están haciendo estudios sobre el tema.

El antropólogo biomolecular Patrick McGovern está de acuerdo. Según él, los humanos “nacimos para beber”, primero leche, pero después bebidas fermentadas. McGovern explica que desde que nuestros antepasados dejaron África, crearon bebidas fermentadas, algunas con arroz, otras con trigo, o cebada, pero desde siempre y hasta siempre, las bebidas con etanol han estado presentes en la biología y sociedad humana.

Más allá del sabor del alcohol

 sabor del alcohol

Aunque al parecer tenemos una conexión biológica, existe una razón más profunda de por qué nos gusta el alcohol. Para McGovern es la parte social. 

No es secreto que el alcohol es un desinhibidor que nos hace personas más sociables, lo cual es muy conveniente porque todos buscamos conectar con los demás. Esa es literalmente la clave de la felicidad de acuerdo a Harvard.

Como las bebidas alcohólicas han estado presentes desde el inicio de nuestra existencia, la mayoría de nuestras tradiciones sociales están centradas en beber juntos. Como sabes cambiar una tradición así de fuerte, no es fácil. Sino intenta decirle a tu abuelita que no hagan un brindis en Navidad. 

¿Qué pasa con los riesgos del alcohol?

El alcohol en exceso es malo para la salud, no hay forma de negarlo. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta sustancia es la responsable de al menos 200 enfermedades. 

Sin embargo, en su artículo Nuestra historia de amor de 9,000 años con el alcohol, National Geographic explica que el alcohol también se ha usado de forma universal como medicina. Tanto los primates, como los griegos, y tu abuelito toman alcohol porque el etanol de las bebidas mata las bacterias en tu cuerpo. 

Por eso en ciertas épocas donde la salubridad no estaba en su mejor momento, tomar cerveza o vino era más beneficioso que tomar agua, explica National Geographic. 

Además las bebidas fermentadas están llenas de minerales y nutrientes como zinc o ácido fólico. Es por eso que varios estudios creen que tomar una vaso de cerveza o una copa de vino al día es más beneficioso a la salud que no tomar nada. 

Así que si quieres enorgullecer a tus antepasados, usa el alcohol para hacer nuevos amigos, y mantente saludable consumiendo máximo una bebida al día. 

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