Tomar alcohol en la mañana o durante el día no se siente igual que sólo tomar en la noche.
Sí, en el día el sol, el calor, la piscina y las parrilladas hacen que tomar se sienta más divertido y relajado. Pero el problema llega cuando ya quieres ir a dormir y te das cuenta que el día no está cerca de terminar.
De acuerdo al psiquiatra experto en adicciones, Akhil Anad, esto tiene un impacto en tu salud, en tus horarios de sueño y en tu estado de ánimo.
Aquí te explicamos cómo le afecta a tu cuerpo tomar alcohol en la mañana.
Tomar de día, te hace tomar más
De acuerdo al doctor Anad, tomar alcohol en la mañana te empuja a tomar más a lo largo del día.
Contrario a lo que pasa en la noche, que eventualmente llega a su fin después de unas horas, empezar a tomar desde el brunch deja la puerta abierta para seguir tomando durante el almuerzo, la tarde, la fiesta de la noche y en el after.
No es necesario decir que, entre más tomes más sueño, deshidratación y malestar vas a sentir ese mismo día o a la mañana siguiente.
Pierdes tus horas de sueño
Como te hemos explicado anteriormente el alcohol no te deja dormir.
Es verdad que puede darte sueño, pero te despierta varias veces durante la noche haciendo que despiertes más cansado.
Además, la doctora y profesora de medicina Anna Balabanova, explica que tomar alcohol en la mañana puede desorganizar tus horarios de sueño.
Por ejemplo, tomaste cerveza todo el día, es posible que quieras tomar una siesta en la tarde, pero el alcohol puede provocar que te quedes horas durmiendo o que no puedas dormir.
De cualquier manera, eso va a afectar la hora en la que vayas a dormir más adelante creando un ciclo de retrasos o adelantos en tus horarios de sueño.
Tomar alcohol en la mañana dispara tu ansiedad en la noche
En nuestro artículo ¿Por qué te da ansiedad después de tomar?, te explicamos que el alcohol interfiere con una sustancia química llamada ácido gamma-aminobutírico (GABA) que es la encargada del sueño, la calma y la relajación.
El alcohol hace que tus niveles naturales de GABA bajen, pero como tienes los efectos relajantes del alcohol, no notas la diferencia. Es más, te sientes más relajado.
El problema es que incluso cuando el alcohol ya deja tu cuerpo, los niveles de GABA no vuelven a subir tan rápido haciendo que te sientas ansioso y nervioso. Por eso, cuando tomás de noche, al siguiente día sientes ansiedad.
Si tomas de día, es muy posible que esa ansiedad llegue ese mismo día y no a la mañana siguiente. Por eso ya en la tarde puede sentirse culpable, irritado o nervioso.
Consejos para tomar de día
- Aliméntate bien antes de empezar a tomar
- Alterna cada trago con una bebida no alcohólica para mantenerte hidratada
- Pon una hora límite
- Practica decir no para no dejarte llevar por la presión social
