Un viejo mito dice que las personas con discapacidad no tiene sexo nada más falso que eso. Pueden vivir una vida plena. Eso sí: tener sexo con una discapacidad puede ser complicado. Por un lado está la dificultad física de ciertas posiciones o el dolor. Sin embargo, la dificultad más grande tiene que ser el estigma social. Para mitigar esos efectos, existen los asistentes sexuales para personas con discapacidad.
Como explicamos en nuestro artículo Lo que Sex Education te enseña sobre tener sexo con discapacidad, hay una equivocada y generalizada creencia de que las personas con discapacidad no quieren o no necesitan tener sexo.
Incluso sus familiares o médicos los ven como niños o personas indefensas que requieren cuidado. Y, por lo tanto, asexuales. Eso no es así, explica la organización Sexualidad y Discapacidad.
Aunque normalmente las personas con discapacidad reciben contacto físico de sus familiares y cuidadores, la falta de “contacto erótico” es una experiencia deshumanizadora para muchos. Por eso requieren el servicio y ayuda de asistentes sexuales.
Sí, personas que a través del sexo, la educación sexual, el erotismo y la exploración mejoran su calidad de vida y reconectan con sus cuerpos.
¿Qué es un asistente sexual?
De acuerdo a la Plataforma Europea de Asistencia Sexual, la asistencia sexual es apoyar a personas adultas con discapacidad a explorar su sexualidad de diferentes maneras.
Por ejemplo, a través de:
- Educación sexual
- Técnicas para mejorar sus relaciones íntimas o sexuales con sus personas queridas
- Masajes, estimulación física para conocer las sensaciones y límites de sus propios cuerpos
- Relaciones sexuales
El servicio va a depender del asistente sexual y las necesidades de los clientes.
Debes saber que los asistentes sexuales tienen que tener una preparación previa. No necesariamente son trabajadores o trabajadoras sexuales, aunque a veces también ofrecen servicios a personas con discapacidad.
Por ejemplo, en Estados Unidos, los estudios indican que para ser un asistente necesitas ser un profesional de la salud que conozca lo básico sobre estas condiciones fisiológicas.
En Suiza, existen organizaciones de entrenamiento para certificarse como asistentes sexuales. No todo el mundo es apto para hacerlo.
De acuerdo a Lothar Sandfort, psicóloga y cabeza del Instituto para la Autodeterminación de las Personas con Discapacidad, este trabajo no es para personas que creen que las personas discapacitadas necesitan “salvación”.
Es para personas que puedan ser profesionales y tengan un claro conocimiento de los límites de los clientes y respetarlos.
A veces, las asistentes sexuales pueden ser trabajadoras sexuales. Deben atravesar un entrenamiento constante para poder ofrecer estos servicios.
Otras veces, pueden ser sexólgos o psicólogos que ofrecen la ayuda que no requiera tener sexo.
Por ejemplo, muchos se dedican a hacer body mapping o crear un mapa del cuerpo a través del contacto. Lo hacen para identificar las áreas placenteras, dolorosas o sensibles, explica la sexóloga Joslyn Nerdahl.
¿Cuáles son los beneficios ?
Poder tener sexo con una discapacidad no es solo importante para la salud mental y física de las personas.
De acuerdo a Irene Torices, directora del del Grupo Educativo Interdisciplinario en Sexualidad Humana y Atención a Discapacidad (Geishad), “es necesario para facilitar su existencia y su inclusión en la comunidad y para evitar su aislamiento”.
Es por eso que los asistentes sexuales forman parte de los programas de rehabilitación públicos en muchos países.
De acuerdo a los estudios realizados sobre el tema, sus beneficios son:
- Mejora en el rendimiento sexual: Muchas personas pueden superar sus limitaciones físicas y experimentar intimidad y placer sexual.
- Mejora la autoestima: la terapia sexual incrementa la confianza en la sexualidad de personas con discapacidad. Además tienen mejores opiniones sobre su apariencia física.
- Mejor salud física:Tener sexo con una discapaciad ayuda a reducir estrés y estimular la función cardiovascular.
- Mejor salud mental: las personas con discapacidad que buscan asistentes sexuales, pueden mejorar la conexión en sus relaciones románticas y de amistad.
Todos estos beneficios también se evidencian en el documental español Yes, we fuck! (2015) (¡Sí, nosotros follamos!).
Son diferentes historias de asistentes sexuales. Retrata el trabajo con personas con discapacidades que están descubriendo su cuerpo en una sociedad que quiere negarles el acceso a su sexualidad.
Nota: El tráiler a continuación contiene imágenes explícitas.
