¿Recuerdas el chiste típico de hermanos mayores de “no fuiste planeado”? Pues resulta que hay casi un 50% de probabilidades de que eso sea verdad. De acuerdo al informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), casi la mitad de los embarazos en el mundo son embarazos no intencionales.
O sea embarazos no planificados o embarazos no deseados.
El informe sobre el Estado de la Población Mundial del UNFPA, se realiza cada año para saber cómo vamos a nivel de salud y derechos sexuales y reproductivos. En 2022, el dato más revelador fue que desde el año 2015, 121 millones de embarazos a nivel mundial no fueron intencionales. Las vidas de las mujeres y niñas que deben llevar a cabo esos embarazos, se vuelven más vulnerables.
Aunque cada caso es particular, UNFPA considera que estas son las razones por las que existen tantos embarazos no deseados:
- Falta de educación sexual y servicios de salud sexual
- Falta de anticonceptivos adecuados para los cuerpos y circunstancias de las mujeres
- Violencia y abuso sexual
- Pobreza y estancamiento económico
- Desigualdad de género
- Leyes y normas perjudiciales a la salud sexual y fecundidad
¿Cuáles son las consecuencias de tantos embarazos no intencionados?
Los embarazos no intencionados tienen un impacto social, cultural y económico en la sociedad, explican los estudios.
La primera consecuencia es el aborto, una práctica tan extendida para terminar la maternidad que se practica incluso si es legal o no. De acuerdo a las estadísticas del Instituto Guttmacher, 71% de los embarazos no intencionales terminan en aborto. Es decir, cada año se realizan 73 millones de abortos (desde 2015).
Sin embargo, la falta de legalización del aborto en la mayoría de países, obliga a las mujeres y niñas que van a abortar a buscar servicios inseguros. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), 30 de cada 100 mil mujeres de países desarrollados, mueren en un aborto inseguro.
En países en vías de desarrollo, 220 mujeres mueren por cada 100 mil abortos inseguros.
La OMS cataloga al aborto inseguro como una de las principales causas de muertes maternas que más se puede prevenir si se diera acceso legal y seguro a un aborto.
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Vamos a las consecuencias socioeconómicas. De acuerdo a los estudios, el embarazo no intencional, especialmente en la niñez y adolescencia, está ligada a menos posibilidades de completar sus estudios secundarios. Menos aún los universitarios.
La falta de educación limita a estas madres a trabajos con paga mínima o de pocas ganancias. Por eso, tienen más probabilidades de vivir en la pobreza. Además, los estudios también indican que quienes tienen embarazos no intencionales, suelen criar sus hijos por sí solas. O si tienen pareja, tienen un riesgo más alto de separación o divorcio.
Eso sin contar que hay una alta relación entre la depresión y los embarazos no deseados. Incluso, muchas mujeres pueden padecer depresión postparto, que de acuerdo a las estadísticas es la responsable del 20% de suicidios de madres que dan a luz en Estados Unidos.
Los estudios también indican que los hijos de embarazos no intencionales y no deseados, son más propensos a tener problemas psicológicos y de comportamiento en su adolescencia.
La doctora Natalia Kanem, de UNFPA, explica que un embarazo es la decisión reproductiva más trascendental que puede tomar una mujer. Sin embargo, ese poder de decisión no está en sus manos.
¿Qué se puede hacer?
Las soluciones de más impacto como crear leyes para facilitar el acceso a anticonceptivos o legalizar el aborto, no están en tus manos. Sin embargo, en tu vida personal puedes hacer mucho para prevenir un embarazo no deseado.
- Infórmate sobre todos los métodos anticonceptivos que existen y pídele a tu ginecóloga que te recomiende uno en base a tus necesidades.
- Reparte la carga de la responsabilidad del cuidado con tu pareja o parejas. No es solo tu trabajo cuidarte de un posible embarazo.
- Vacúnate contra el virus del papiloma humano y hazte exámenes de infecciones de transmisión sexual regularmente
Si tu método anticonceptivo falló u olvidaste usar uno, recuerda que puedes tomar la pastilla del día después hasta 5 días después de la relación sexual.